La Invitación

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Alexey se encontraba en su casa viendo la televisión junto a un individuo algo peculiar cuando de repente tocaron la puerta principal, observo el reloj para comprobar que eran las 9:00 pm; enserio ¿Quién podría ser a aquella hora?

Alexey vivía en las afueras de la ciudad, prefería los bosques y la tranquilidad a la aglomeración y el bullicio diario; por lo que llego a pensar lo peor ¿Un accidente quizá? ¿Alguien sin combustible? Se levantó del sofá y abrió un poco la puerta para observar hacia afuera.

De pie en la oscuridad se encontraba un hombre de aspecto lúgubre; llevaba una gabardina negra y un sombrero de igual color… y que decir de sus guantes. No le tenía en absoluta confianza pero aun así abrió la puerta y abrió la boca para desarrollar la pregunta habitual ¿En qué puedo ayudarle? Pero antes de que este pudiera decir algo, el hombre le adelanto un sobre, un sobre que Alexey tomo con sus manos y observo extrañado. Cuando alzo la mirada el hombre se había marchado perdiéndose en la oscuridad y aun allí, afuera, de pie en medio de una fría ráfaga de viento nocturno, el abrió la carta para leer lo que decía:

“Tu hermano lleva desaparecido más de tres meses” Att: tu madre.

Más abajo, escrito con crayón color rosa decía:

“Qué esperas para unirte a mi fiesta”

¿Cómo habían escrito aquello si el sobre no tenía señales de haber sido abierto? De igual forma su corazón le dio un vuelco y comenzó a latir de forma acelerada, su mirada se plantó en el individuo que estaba sentado en el sofá con la mirada perdida en la televisión y que luego le regreso la mirada desconcertado y preguntando…

-¿Quién tocaba la puerta?

-Alguien trajo una carta. Digamos que un mensaje- dijo Alexey volviéndose a sentar.

- Y ¿De quién era? ¿Quién la envió?- volvió a preguntar.

-Alexey suspiro y con un susurro muy leve respondió- era de mamá, Sergey.

-Sergey lo miro y sin tardar un segundo volvió a gesticular otra pregunta- ¿y qué era lo que decía mama en el sobre?

-Alexey miro a su hermano unos segundos y luego dijo- nada, no era nada importante –y arrugo la carta.

Aquella noche permanecieron unas cuantas horas viendo la televisión, luego Sergey dijo sentirse cansado y se retiró a su habitación mientras Alexey se quedaba allí, lleno de preguntas sin respuesta, sumido en sus pensamientos.

Hacía ya cuatro meses que su hermano había llegado ¿Pero porque mama decía que tres?, aunque aquel día había llegado lleno de moretones y con algo de sangre, como si viniera de una pelea aunque el negó haber estado en alguna riña aquella noche, es más, él dijo no recordar nada…

Derrápense escucho que alguien abría la puerta trasera y Alexey se paró de inmediato llegando a ver la sombra de Sergey que rodeaba la casa por fuera y corría en dirección a la carretera.

-Alexey corrió y grito lo más alto que pudo- ¡SERGEY! –Pero su hermano no se detuvo, volvió a llamar- ¡SERGEY! –Nada-

Tomo las llaves de su auto y lo encendió saliendo tan deprisa como pudo, Sergey iba corriendo, lo alcanzaría en unos minutos, pero no llevaba ni cinco cuando a la vuelta de una esquina, donde un puente unía una montaña con otra y un acantilado poco profundo se hallaba en la oscuridad, vio a Sergey de pie mirando hacia abajo; se bajó y corrió a su lado con ganas de gritarle de todo, pero a medida que se iba acercando observo que su hermano tenía los mismos golpes y la misma sangre en aquellos lugares que él había observado el día aquel que llego a casa… hace cuatro meses.

-Alexey tomo aire y se detuvo mirándolo horrorizado- Que estás haciendo, Sergey este lugar es peligroso –su voz se quebró un poco- ¿Qué te ha pasado?

-Ahora lo recuerdo todo- menciono Sergey sin apartar la mirada del acantilado.

¿Qu-que has dicho? ¿De qué estás hablando?- dijo confundido.

-Sergey lo miro con ojos húmedos y le grito enojado- ¡MIRA! ¡MIRA HACIA ALLA ABAJO! –señalo la oscuridad.

Alexey se acercó al borde sin apartar la mirada de Sergey que rompió en llanto y cuando miro hacia abajo pudo divisar un bulto inmóvil en el fondo; tomo su celular de su chaqueta y encendió la luz; lo que vio no solo lo dejo en shock, sino que le partió el alma en trozos… el cuerpo de Sergey se encontraba inerte en el fondo.

-Todo está claro, ahora todo está claro- escuchaba decir a Sergey.

¿Cómo era posible que los detectives o la policía en si no hubiera encontrado aquel cuerpo? Siempre habían patrullas rondando, pero entonces porque aquella noche no, sería que…

-Sergey lo saco de sus pensamientos zarandeándolo y diciéndole lo más rápido que pudo- debes irte, ella, ella está en camino, debes irte.

-¿Ella? ¿Quién es ella? No entiendo, como es que estas aquí y…

En ese momento una luz blanca muy cegadora proveniente del carril izquierdo llamo su atención y olvido lo que iba a decir, lo último que escucho fue la voz de Sergey que decía “Es demasiado tarde” y otra voz mucho más aguda, como la de una niña que decía con tristeza “Llegas tarde a mi fiesta”.

FIN

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