Capítulo 11

25 3 0
                                    

NATE

El alcohol. Recurso o medida que las personas utilizan para olvidarse de sus problemas y divertirse un poco. Pero toda esa diversión acaba y trae consigo consecuencias, que no siempre son buenas.

Abro mis ojos con mucha dificultad, tratando de acostumbrarlos a la gran cantidad de luz que hay aquí. Evaluó instantáneamente todo mi alrededor. Una ventana grande. De ahí proviene tanta luz. Cierren las cortinas por favor.

¿CORTINAS Y VENTANAS? Esperen, este no es mi cuarto. ¿Dónde estoy?...Por Dios que dolor de cabeza. OUCH!!! Dirijo mis manos a mi cabeza, como si frotándolas aliviaría el dolor.

¿Qué paso ayer? No recuerdo nada. Solo que después de la plática que tuve con el idiota de Erick, me sentí en la necesidad de distraerme un rato. Entonces recapitulemos: Decidí salir para olvidarme de todo. Luego fui a una discoteca. Me encontré con David. Música, tragos y ¿Camille?

OH RAYOS, CAMILLE!!! Me encontré con ella dentro de la discoteca, hablamos y...lo demás es muy borroso. Quito mis manos de mi cabeza y vuelvo a examinar el lugar. Qué demonios!!! Veo a Camille echada en un pequeño sofá y aún sigue dormida. Este es el cuarto de CAMILLE. ¿Qué diablos hice ayer? Prometo no volver a tomar.

Me evaluó a mi mismo. Sigo con la misma ropa de ayer. ¿Dónde están mis zapatos? Me inclino para poder buscarlos.

-Despertaste

Volteo al escuchar su voz y la observo. Ella se frota los ojos con sus manos y se acomoda el cabello.

-Enserio, mil disculpas, ayer estuve...no sé lo que me paso yo...Creo que bebí demasiado, enserio...

-Veo que ya estar mejor-Me dice Camille, sin mirarme a los ojos- Creo que...debes irte antes de que llegue mi mamá.

-No recuerdo nada de lo que paso ayer...pero si hice una estupidez...Lo siento, realmente lo siento- Y con mis zapatos ya puestos, me dispongo a abrir la puerta de su habitación para marcharme.

-No hiciste nada malo...no hay necesidad de disculparse.

Volteo para verla una vez más, pero ella permanece mirando cualquier otra cosa, excepto a mí.

...

Entro a mi casa y me doy con la sorpresa de que mis padres no han llegado aún. Se suponía que llegarían ayer, pero nada. En fin, es un alivio.

Entro a mi habitación, me lanzo a mi cama y termino mirando el techo.

Por más que trato de recordar, no puedo. Todo es borroso.

Camille, una chica más a su costado; debe ser su amiga supongo; y yo tomando un taxi, entrando a su casa y...AH!!!...Que jodido es no poder acordarse de lo demás.

Una ducha. Necesito una ducha.

El agua helada corriendo por mi cuerpo, me hace sentir mucho mejor. Termino de ducharme y envuelvo la toalla por mis caderas, mientras que con la otra mano me sacudo el cabello mojado, alborotándolo completamente y entonces algo viene a mi mente.

"-Creo, que estas destinada a chocarte conmigo.

-¿Nate?...¿Qué haces aquí?

-Lo mismo me pregunto... ¿Vienes acompañada?

-Si vine con mi prima...

-Estas bellísima

-¿Qué?

-He dicho...Estas bellísima, Camille

-Gracias...supongo

-Siempre has sido bellísima y yo un estúpido...sabes Cami...yo

Una no muy corta historia de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora