III

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Con el paso de los años, [T/n] fue mejorando sus habilidades. Podía derrotar a la mayoría de demonios que se le cruzaron en el camino, por lo cual era requerido por el Vaticano cuando era realmente necesario.

—¿Y cómo se llama el demonio? —cuestiona mientras veía los papeles. Estaba realmente curioso mientras leía la descripción:

Tiene una apariencia humana, parece no necesitar poseer un cuerpo para poder presentarse.
Ser de pura energía. Debilidades desconocidas.
Nombre:

—Bill Cipher —responde el papa mientras se acomoda en el trono. Al cazador siempre le dio asco aquél objeto. ¿Acaso Dios no decía que se debía dar las cosas a los que no tienen?

—Entendido. Aceptaré el trabajo.

El cazador se colocó el sombrero para marchar hacía su hogar y ocuparse de preparar los elementos necesarios para poder ir en contra del demonio. Si era un ser sin deblidades, al menos decía no conocidas, podría hacer -o intentar- algo contra él.

La puerta de la habitación del muchacho sonó, cuando miró hacia allí se encontraba el padre Lawrence. [T/n] admiró con tristeza al hombre.

—Entonces te irás —afirma.

—Sí.

—Aún recuerdo cuando te conocí la primera vez —sonrió con tristeza mientras caminaba para sentarse en la cama del joven—. Un demonio te quería ahogar y yo te salvé.

—Al otro día, parecía que todos los demonios me buscaban —ambos rieron un poco—. Pero siempre estabas ahí para ayudarme —se quedó callado por unos segundos—. Gracias.

El padre se levantó y simplemente abrazó al muchacho, quien correspondió al borde del llanto.

—Voy a extrañarte —susurra mientras [T/n] se alejaba para mirarle.

—Yo también.

Cuando salió de aquél lugar que llamaban "hogar" comenzó el viaje para llegar al pueblo donde se encontraba aquél ser demoníaco de nombre "Bill Cipher"

[…]

—Hemos llegado a Gravity Falls —informa el jinete para luego bajarse de la carroza e ir en ayuda de las maletas del muchacho, sólo que este negó y las bajó sólo—. Muchacho, ten cuidado…

El joven se dio vuelta mirando al hombre con cuiriosidad.

—…aquí no hay simples demonios, las personas de este pueblo son grandes estafadores, cuídate la espalda.

Luego de la advertencia, el joven, entró en un hostal donde se quedaría hasta deshacerse de Cipher.

—Bienvenido —saluda una mujer luego de entrar a la recepción y ver al muchacho.

—Hola, quería una habitación.

Luego de que la mujer le atendiera el muchacho caminó hasta la habitación que le dijo. Una vez allí, comenzó a instalarse con nerviosismo, era la primera vez que estaba lejos de casa.

Demons Hunter [Bill Cipher y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora