Capítulo 3

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Laureen

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Luego de atravesar el largo pasillo, Kara fue conducida silenciosamente por muchas escaleras, tantas que una sensación de mareo la inundó, ya que el lugar era un laberinto. Al finalizar la última escalera, notó un lago cubierto de niebla. Y allí, esperaba un bote diseñado con calaveras y de un estilo gótico. Automáticamente, recordó los rumores sobre el fantasma de la ópera que recorre el teatro día y noche. Comenzó a preguntarse si su ángel no sería el fantasma de la ópera. La mujer se giró y le extendió su mano para ayudarla a subir al bote. Kara no supo que hacer y miró hacia atrás, dudando.

Ángel: Te he traído a este reino en donde todos deben pagar homenaje a la música

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Ángel: Te he traído a este reino en donde todos deben pagar homenaje a la música. Has venido aquí, con un propósito y solo uno. Desde que te escuché cantar por primera vez te he necesitado conmigo para servirme, para cantar mi música.

El corazón de Kara se aceleró mientras miraba sus ojos penetrantes y aceptaba su mano, subiendo al bote. Kara tomó asiento y ella se colocó detrás, comenzando a dirigir el bote con un palo del mismo diseño que el bote.

Ángel: Siente como la noche comienza, aumentando cada sensación. Revolviendo y despertando la imaginación. Siente como tus sentidos abandonan silenciosamente sus defensas.

A medida que escuchaba su voz, notaba como una sensación de paz la invadía y descubría a qué se refería su ángel con lo que debía. Las paredes del pasillo que envolvían el lago secreto, estaban repletas de estatuas de caras extrañas y tétricas que daban miedo. En ese momento, recordó historias que había leído donde en el más allá, los muertos eran conducidos por un ser oscuro en un bote exacto como este. Una sensación de miedo y excitación la invadió al mismo tiempo. Se mantuvieron en silencio por largos minutos hasta que comenzó a ver una larga reja gigante al final del pasillo.

Ángel: Hija mía, canta para mí.

Kara no lo dudó y comenzó a cantar como su ángel le había enseñado. A medida que continuaba, la reja se iba levantando, abriendo paso a un lugar desconocido. Esta se comenzó a preguntar si ella estaba haciendo eso con su voz.

Ángel: ¡Canta más alto! ¡Canta para mí!

Le fue indicando y Kara obedeció al instante. Llegó a un punto, que su garganta parecía explotar y un tono de voz que Kara jamás creyó que iba a poder alcanzar, salió de su boca. Dejando su garganta con una sensación de entumecimiento. Cuando cruzaron los límites de la reja, se sorprendió de ver que el lago finalizaba en una cueva. Esta, era el hogar de su ángel y el lugar estaba rodeado de objetos que nunca había visto jamás. Al llegar al borde, esta se bajó y le ofreció su mano para salir. Kara no lo dudó y tomó su mano, hipnotizada porque no podía creer que la tuviera frente a ella de esta manera. Que el sueño fuera tan real que hasta sintiera las repercusiones en su garganta al cantar. Esta le sonrió a Kara, de manera dulce y seductora, dejándola eclipsada.

The Phantom of the Opera (Supercorp Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora