The Phantom of the Opera (Supercorp Version)

Capítulo 5

Nota de la autora: Por los que vieron la película, obra de teatro o leyeron el libro... esta historia tendrá un final... diferente... ;)

Laureen

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Kara había llegado al escenario en ese momento para ver toda la escena y Mike salió corriendo del palco, atravesando el detrás de escena en busca de Kara. Cuando llegó a ella, esta le tomó la mano con urgencia.

Kara: ¡Ven, Mike! No estamos a salvo aquí.

Tomó al muchacho y lo llevó por una escalera que llevaba al techo del teatro. En el camino, Mike se cuestionaba que estaba pasando.

Mike: ¿Por qué me llevas para arriba?

Kara: ¡No me hagas regresar ahí!

Mike: Tenemos que regresar.

Kara: ¡No! ¡Sus ojos me encontrarán allí! ¡Y te matará!

Mike: Kara, no digas eso.

Kara: Sus ojos llenos de fuego. Ella es capaz de matar a mil hombres. El fantasma de la Opera matará...

Mike: Este fantasma es cruel...

Dijo Mike cuando lograban llegar al techo y la noche los inundaba a ambos. Kara buscaba una salida, desesperada. Y Mike trataba de hacerla entrar en razón.

Mike: ¡Kara, no existe el fantasma de la Opera!

Kara: ¡Por Dios! ¿Quién es esta mujer? Que acosa hasta matar con esa máscara de la muerte.

Mike: ¿De quién es esa voz? ¿Quién es ella?

Kara: Jamás podré escapar de ella. ¡Jamás!

Mike hizo que Kara lo mirara fijo y le habló fuerte.

Mike: ¡Kara no existe el fantasma de la Opera!

Se alejó de un golpe de él y lo miró cuestionándolo.

Kara: Mike, estuve ahí. En su mundo de noche infinita donde la luz no existe.

Mike quedó mudo escuchándola.

Kara: ¡Mike, la vi! ¡Vi su rostro! No puedo olvidar esa visión. Su cara... deformada y terrorífica. Jamás podré olvidar ese rostro, era apenas un rostro en la oscuridad.

En ese momento, Mike miró hacia abajo y notó que Kara tenía una rosa en su mano. Una rosa con un lazo negro.

Kara: Pero su voz... llenó mi espíritu con un extraño y dulce sonido.

Dijo ella mirando hacia el cielo y él no hizo otra cosa que seguirle la mirada. Sin que ambos se dieran cuenta, detrás de una estatua, ella los estaba escuchando y escuchaba las duras palabras de Kara.

Kara: Esa noche hubo música en mi mente y con esa música mi alma se elevó. Y escuché lo que jamás había escuchado en mi vida...

Mike: Lo que escuchaste fue un sueño y nada más.

Kara se giró para mirarlo.

Kara: Y en sus ojos... estaba toda la tristeza del mundo. Esos extraños ojos que tanto temí y adoro.

El corazón de ella, el fantasma, comenzó a latir desesperado al escuchar esas palabras. Quería correr hacia ella y sabía que no podía si él estaba ahí.

Mike: Kara...

Esta se giró para verlo y el fantasma aprovechó ese momento para susurrar en un rincón acústico del techo.