14.- Reencuentro

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—Dante —Erin suspiró— no se si vaya a volver.

—¿Por qué se fue? ¿Encontró otro trabajo? —hizo una pausa— ¿Está bien?

—No Dante, no encontró otro trabajo.

—¿Entonces? Dime.

Erin suspiró profundo. —Tuvo que ausentarse un tiempo.

—¿Qué? ¿Por qué?  —dijo Dante rápidamente a Erin.

—Dante, no es por por ser mala, pero si quieres saber, y si te interesa, tu mismo pregúntale, tienes su teléfono, o ¿no? —dijo Erin y se volteó.

Dante se quedó callado y salió de la oficina, entró a su camioneta, la encendió y marcó un número, le contestaron.

—Hola, oye, te veo en dónde siempre, necesito que me ayudes con algo.

Clovis, California
Medical Center Clovis
Martes.

*En Fresno, CA era 3 horas más temprano que en New York. Lucy trataba de pasar tiempo con su papá, comía junto con el, Adam y Andy no se separaban de ella.*

Por la noche mi madre y Adam se quedaron en el hospital con papá,  mientras que Andy y yo regresamos al hotel, me dí una ducha, luego Andy igual, nos pusimos a ver algo de televisión y pedimos de cenar al servicio del hotel.

Al pasar un rato, tocaron la puerta. —Debe ser la cena, yo voy —dije a Andy quien estaba sirviéndose un vaso con agua, abrí la puerta y me quedé paralizada.

—Hola —dijo Dante.

—Ho..hola —dije muy confundida, luego reaccioné—, ¿Qué haces aqui?

—¿Puedo pasar? —preguntó el con una mirada muy calida.

—Claro —dije y abrí mas la puerta dejándolo pasar.

Andy lo vió y se quedó igual de impactada que yo. —¿Dante? —dijo Andy.

—Hola Andy —Dante la saludo.

—Amm, yo voy a comprar unas cosas —dijo Andy acercandose a la puerta de entrada, al abrirla estaba ahí afuera la persona que nos traía la cena—. ¡Oh, miren! Llegó la cena.

Entraron a dejarnos lo que pedimos, y Andy salió de la swit también.

Me senté en el sillón e invité a Dante a sentarse también. —Y bien, amm, no me has dicho que haces aquí, es algo extraño que de New York derrepente aparezcas asi, aquí en California.

—Soy como un mago, aparezco mágicamente —dijo Dante y quiso sonreír.

—Si, y también asi desapareces —dije seria, y me levanté, y el hizo lo mismo, yo no estaba nada contenta con sus actitudes de las últimas semanas.

—Lucía, perdón, no era mi intención hacerte creer eso..

Lo interrumpí. —A ¿no? Pues felicidades, eso es lo que me hiciste creer, que ni siquiera voltearas a verme en mi cumpleaños fue la mejor señal que me diste para que me alejara de ti —le dije, estaba muy enfadada.

—Lucia, fuí mal aconsejado, y lo lamento..

De nuevo interrumpí. —No Dante, una cosa es que alguien te aconseje, y otra es hacer justamente lo que te dicen, no eres un changuito para imitar o hacer lo que los demás hacen —dije un poco alterada, e hice una pausa y el esperó callado—, ¿sabes que es lo peor del caso? Que ni siquiera me merezco esa actitud, en ningún momento te he tratado mal, y yo no pido que me trates como yo a ti, solo pido respeto, la indiferencia es lo peor que pueden hacerme. —dije un poco alterada.

Finally Falling | EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora