Look At Me Bitch

Orígenes

En la planta baja del hospital.

- Señor, ahora estoy dentro del hospital, está seguro de matar a Marlon – dijo Allan algo inseguro, había visto solo unas cuantas veces al chico Marlon y no se veía tan malo –

- Mira Allan, cuando yo quiera tu opinión, te la pediré, ¡de lo contrario solo has lo que te diga! –  Ángel estaba en la entrada del edificio pensando en lo que haría – Bueno, es hora de hacer una pequeña visita a mi querido Andersson – sonrió y una chica algo grande apareció detrás de él –

- Señor, ¿desea que haga algo con la chica en el quinto piso? –

- Bueno, sí, desatala, dejala que se mueva y si hace algo indebido – se levantó y se acercó a la chica – tienes todo mi permiso para deshacerte de ella, mi querida Donátela – la chica tomó el arma y dijo – está bien –

- entonces ahora vuelvo – Ángel se dio la vuelta y se fue caminando –

Donátela entró al edificio, se montó al ascensor de maya que tenían y empezó a subir hasta el 5to. Piso.

“Donátela, hermana mayor de Ihan quien ahora se hacía llamar Ángel, solo ella sabé los verdaderos orígenes de Ihan y su familia, prominentes de la parte baja de Rusia, ambos son huérfanos porque ambos padres servían al ejército rojo, y un día éstos murieron. Donátela cuido de Ángel desde que eso paso, pero lastimosamente una niña de tan solo 12 años no se podía hacer cargo de un niño de 8. Cuando Donátela se enteró de lo sucedido con sus padres, no tardaron mucho en que los echaran de la casa en donde estaban, así estos dos deambularon por las calles y pasaron hambre y tragedias, nunca volvieron a sentir ese agradable calor después de la fría lluvia o la amabilidad después de un regaño, años después, Ihan ya tenía 15 años y se había involucrado en pequeñas pandillas, Donátela lo trataba de sacar de ahí, pero era imposible.

- Ihan, ya por favor, salte de esa pandilla, solo te traerá problemas y más problemas – dijo Donátela mientras lo perseguía por los corredores de la pequeña casa que había conseguido Ihan con el dinero que recibía –

- ¡No Donátela! ¿¡No te das cuenta de todo lo que he estado haciendo por ti!? ¡Solo por ti entre a esa pandilla, para que no volviéramos a pasar hambre, para que tuviéramos un hogar en donde estar y no tener que dormir debajo de la fría lluvia o que los burgueses nos quisieran llevar igual que paso con Meset o Rihan! ¿¡Te acuerdas de ellos!? – Meset y Rihan habían sido niños callejeros que habían pasado los mismos problemas que ellos, un día unos burgueses se los llevaron y nunca volvieron a verlos en la vida – ¡Pues yo sí! Y tuve que ver como morían por el maldito capricho de la hija de los burgueses, entonces no dejare que te pase lo mismo a ti o a mí, además todo lo que tenemos solo lo hemos conseguido gracias a Ángel, él me dejo estar en la pandilla, el me da más dinero a mí, porque sabé que tengo que mantener una casa, un hogar, un hogar que parece tú no quieres o despreciás –

- No hermano, sabés que he estado muy feliz por todo lo que me has dado y siempre que Ángel viene he sido muy agradecida con él, entonces no puedes decir que soy una clase de mal agradecida, pero temo a que un día de tantos no vuelva a la casa y tenga que vivir el mismo infierno que viví cuando perdimos a nuestros padres, a diferencia de ti yo no soy tan fuerte – de la puerta principal entro un chico de cabellera café y ojos verdes –

- ¿Qué pasa Donátela? – Al escuchar la voz de Ángel esta se quedó callada y bajo la vista –

- No es nada Ángel – el chico se acercó a Donátela y le tomo de los hombros –

- No te preocupes por tú hermano, ya sabés que siempre lo protegeré sin importar qué – le sonrió a Ihan y este se fue a la par de Ángel – Bueno, nos vamos, querida Donátela, por favor no temas – Ángel e Ihan salieron de la casa y se fueron dejando destrozada y dolida a Donátela –