Capítulo 1: Recuerdos tras la sombra del coloso.

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Aún era muy pronto como para saberlo, pero la humanidad regresaría a sus épocas oscuras en el año 2120. Mi nombre es Arthur Nyx Snowstorm, yo no era más que un chico simple y mortal, como todos los demás, mi vida nunca fue más interesante que las novelas adolescentes y los dramas escolares. Yo nací en el año 2100. Mi infancia fue solo un poco más de lo mismo. No soy exactamente una belleza, pero no soy feo del todo, siempre se me ha distinguido por ser ligeramente más alto que el promedio, mi desordenado cabello del mismo color que mis ojos marrones profundos, tez un poco pálida y con unas cuantas pecas.

Sin importar que tanto me ejercitara, siempre fui advertido por todas las chicas atractivas por mis brazos gelatinosos. Aunque sin duda el rasgo físico que más daba a destacar era el simple hecho de que me faltaba mi pierna izquierda, esto es debido a que hace unos años tuve una dificultad médica que termino con las conexiones nerviosas de mi rodilla izquierda para abajo deshechas, haciéndome sentir como si mi pierna sufriera cargas eléctricas día y noche, hasta que se tomó la arriesgada decisión de amputármela. Acepte sin titubeo, pues, el dolor en ese punto era ya insoportable.

A día de hoy uso una prótesis, que parece una hoja de metal curvada, flexible y ligera, con la cual me puedo mover ágilmente y cómodamente, en comparación a las que aparentan la pierna de forma más realista posible, ya que estas son incomodas y no permitían moverme con naturalidad. Esta prótesis está conectada a mi mente para que pueda adaptar el extremo de esta y que sea más cómoda según la situación en que la uso. Aún tengo la rodilla en su totalidad, por lo que no requiero una mayor conexión cerebro/prótesis para la movilidad.

Siempre he sido el típico chico callado y reservado de un salón de clase, siempre me fue muy difícil socializar con las personas y me la pasaba especialmente mal cuando me gustaba alguna chica, ya que, en una ocasión me tope en una situación que todo hombre pasa al menos en una vez en su vida, declarando mi amor por una mujer, para posteriormente ser ridiculizado públicamente solo por los sentimientos que había en mí.

Aunque mis padres y por lo tanto su servidor nacimos en Canadá, se me contó que mis raíces son de lugares llamados España por parte de mi madre y Grecia, por parte de mi padre.

Mi madre me contó sobre el día en que nací, fue en medio de la madrugada en una de las borrascas más fuertes de la historia de la ciudad, sin embargo, me contó que al amanecer siguiente solo prevalecía una hermosa nevada del color de mi piel.

Una blanca nevada...-suspire.

Yo no era más que una hormiga en una gran colmena, también llamada la última ciudad.

Todas las personas de la ciudad reciben educación gratuita y obligatoria hasta la maestría. Mi deseo era convertirme en un ingeniero en software, ya que me parece fascinante como la tecnología avanzo tan deprisa gracias a la ayuda del ente en pocos años, cuando en otros tiempos se requerían décadas para hacer descubrimientos tan avanzados. Aunque mi sueño se volvía un poco obsoleto debido a que ya no necesitamos más tecnología. O eso creen.

El gobierno le da siempre mayor importancia a todos aquellos que estudiaran historia, artes o medicina, ya que no se quiere perder nuestro legado histórico y cultural más aparte, en los últimos años han surgido nuevas enfermedades, aunque nada realmente preocupante. Con todo lo que he mencionado, mis deseos de estudiar ingeniería en software eran sinónimo de burlas del resto de mis compañeros, los cuales en su mayoría estudiarían medicina.

Debido a las murallas gigantes que defienden a la ciudad, el crecimiento demográfico está estrictamente vigilado por las autoridades, siendo el límite máximo el tener solo 2 hijos por parejas.

Yo nací en la zona suburbana 03, de los cientos que existían, entendiendo posteriormente, que vivía muy lejos de mis futuros amigos Jäger. Para este momento es el año 2117.

Teniendo solo 17 años de edad, me dirigía a mi escuela por la mañana, el camino era de aproximadamente 20 minutos en geotranvía; lo mismo que un tranvía solo que este viaja bajo tierra, a unos 300 metros de profundidad, alimentada por el calor de la tierra. Todo lo que requiere energía en la ciudad se alimenta con energía calorífica, haciéndola autosustentable ya que consume el calor que la propia maquina genera.

Los historiadores nos dicen que las maquinas anteriores se alimentaban de energía eléctrica, aunque nunca he visto ninguna fuente de la infame energía eléctrica, más que los rayos que son visibles durante las tormentas, aunque cada vez que alguna máquina de la ciudad entra en contacto con energía eléctrica, este se descomponen, de ahí la infama de estos fenómenos naturales, aunque en mi parecer se trata de uno de los instantes más hermosos que alguien puede capturar en su memoria, seguido del estridente grito de la naturaleza que deja a más de uno pasmado.

Finalmente llegue al centro educativo que me esperaba con 5 minutos restantes antes de que la llegada contara como retraso. La primera clase del día: Historia; mi favorita, hay tanto que aprender de los humanos antiguos que parece que unas horas a la semana al día no son suficientes. Este día los demás aprendieron de los conductores Jäger, y digo que los demás aprendieron, ya que me considero a mí mismo un fan de los Jäger. De pequeño soñaba que algún día me convertiría en un Jäger y regresaría a la humanidad a sus tiempos de gloria.

Me encontraba absorto en mis pensamientos hasta que una palmada en mi butaca me regreso a la realidad (combinándose con un ligero susto) de parte de mi compañero y molestia en el trasero: Ferégo, alto, guapo, delgado, fornido y según las chicas; lindo y gracioso, consecuentemente, estúpido como una roca, con obvias raíces Escandinavas.

- ¡Hey, Nevada! - exclamó con aires de superioridad-. ¿Listo para ser el ingeniero de la familia desempleado?

Yo describo a Ferégo como el típico hombre que solo es capaz de emitir una oración correctamente cuando le habla de forma romántica/falsa a las mujeres y cuando se trata de lanzar insultos.

-No lo sé, -respondí-. ¿Listo para quedar encarcelado por negligencia médica en tu trabajo?

Ferégo formó una mueca de furia, que, para mí, no hacía más que destacar su estupidez.

- ¿Qué dijiste maldito bastar... - fue interrumpido por mi compañera Sophie; la chica de mis sueños, una cabellera roja como el fuego, ojos esmeraldas, tez blanca y suave como la seda, y muy alta, aunque ligeramente más baja que yo.

- ¿Qué pasa mi amor? – y por supuesto, novia de Ferégo, como toda historia cliché adolescente, las mujeres más hermosas se enamoran inmediatamente de los gorilas neandertales.

Ferégo se quedó pasmado por un momento.

-Nada cariño, solo hablaba con Nyx ¿Verdad amiga? -. Me pregunto mientras me daba pequeñas palmadas en la nuca y me sonreía burlonamente. Aunque mi nombre Nyx me gustaba mucho, mi maestra de literatura me hizo el grandísimo favor de revelarnos a todos en el salón que originalmente se trataba de un nombre femenino, en vez de uno unisex.

-Vamos amor, nos vemos el Lunes Arthur -. Se despedía de mí con gesto de mano y una ligera sonrisa.

Lo único que logre hacer fue un ademan extraño con la mano izquierda y una sonrisa que a mi parecer fue un tanto extraña. Se volteó y la única mirada que aún se posaba en mi era esa misma mirada de furia que Ferégo me lanzo con anterioridad. Elimine mi sonrisa boba y le sonreí con desprecio, aun después de que este volteara mi mirada seguía sobre él, por un momento pensé en el rencor que este muchacho me ocasionaba desde hace ya mucho tiempo y por un momento pude sentir una corriente eléctrica por mi pierna fantasma y mis cabellos se erizaron por un instante.

- ¡Ouch! ¿Qué fue eso? ¡Me diste toques! -. Ferégo lanzo un aullido de dolor en el pasillo, una vez ya fuera de mi campo de visión. Reacomodé mi cabello con un poco de confusión y sonreí ante la posibilidad de haber sido yo el causante de esa carga eléctrica.

JägerWhere stories live. Discover now