Viviendo con mi crush ©

Natalia

La comida ha sido tranquila y almenos ya no estaba tan cabreada con la idea de que nadie me había comentado que Max hiba a pasar el verano aquí. Aprovecho para preguntarle a mi tio un par de cosas.

-Oye, y ¿a dónde vais?

-A visitar América del Sur. En un principio solo ibamos a ir a Argentina, pero había tanto que nos gustaba que decidimos verlo todo, pasaremos todo el verano ahí, y puede que unas semanas más.

-Mola, oye ¿te puedo pedir un favor?

-Claro.

-¿Podrias traerme comida que solo este en esos paises? Es para probarla, ya sabes lo mucho que me encanta probar cosas nuevas.

-Vale, te traere cosas que aguanten al viaje, porqué si son tres meses fuera, hay cosas que no aguantaran.

-Vale, no importa, yo solo quiero probar algunas cosas típicas de ahi.

-Vale.

Cuando acabo de comer, me voy a mi habitación, y oigo como Max me sigue, así que espero antes de cerrar la puerta. Él entra y se sienta en la cama, en el mismo lugar que antes, entonces empieza a hablar.

-Vale, ¿y qué te gusta hacer?

-Leer, adoro leer.

-Hmm, ¿Y qué lees?

-Pues libros...- En ese momento me rio por la estupidez que acabo de decir, el se rie conmigo.-Puees... leeo novelas, cómics, mangas y algunas cosas más. Soy muy romantica, y bueno, leeo ese estilo de novelas.

-Mola.

-Sip.-Nos quedamos callados un momento.- ¿Y a ti que te gusta?

-Me gusta mucho el deporte, aún que supongo que se nota, ¿no? Cuando no estoy en bici, estoy corriendo, y cuando no, estoy en el gimnasio. Aún que no me gusta abusar, se que si me obsesiono con el deporte acabare mal, así que solo hago lo permitido, tengo un tope.

-Pues esta guay.

-Oye, ¿Y si vamos a correr mañana? Quiero decir, por la mañana, como se suele hacer. ¿Qué te parece?

-¿Cómo? ¿Correr? ¿Los dos? Verás, no se me da muy bien eso de correr, y si corro tengo que ir a mi ritmo.

-No importa, no hay que correr en eso, paso a paso, primero despacio y luego vas aumentando la intensidad.

-Vale, esta bien, iremos. - Me lo quedo mirando un rato, y se que no puedo seguir en la misma habitación que él.- Oye, ¿me podrías dejar un rato sola, por favor, estoy cansada por el viaje.

-Claro. Descansa, hablamos luego.- Entonces se levanta y de dirige a la puerta, no sin antes girarse y sonreirme, luego se va.

Me acerco a la puerta y pongo el pestillo, no quiero que nadie me moleste. Me siento en el suelo. Enchufo los casco en el móvil y me concentro en la música.

No me doy cuenta que me he quedado dormida hasta que llaman a la puerta. Primero creo habermelo imaginado, e intento dormir otra vez, pero vuelven a llamar, así que me levanto y despacio abro la puerta, no sin antes de asegurarme que tengo el pelo bien. Nunca se sabe.
Es mi abuelo, me dice que si quiero cenar, ya que son las nueve de la noche. No me creo que haya dormido tanto.

-Si claro. Ahora voy a cenar, me preparo y voy, ¿Vale?

-No tardes que se enfria.

-Vaaleee.- le contesto mientras cierro la puerta.

Me pongo el pijama antes de ir al salón,prefiero estar cómoda, y no me importa que él me vea. Cuando entro, todos estan ya sentados para cenar, así que soy la ultima en llegar y eso me hace sentir un poco incómoda. Ceno lo más rápido possible y me voy a dormir, no sin antes despedirme.
Cuando ya estoy a punto de entrar en la cama, llaman a la puerta. Creo que es la primera vez que llaman tanto a mi puerta. Pregunto desde donde estoy quien es.

-Soy yo, Max, ¿puedo pasar?

¿Que querrá ahora? Me dirijo hacia la puerta y la abro, pero esta vez no le dejo entrar, mi intención es dormir ya.

-¿Qué quieres, Max?

-Nada, solo desearte buenas noches, se que habras pasado un dia raro, para mi también lo ha sido, no me esperaba que tendría que pasar un verano contigo, pero mirandolo por otro lado, tampoco estará tan mal.- Entonces se va. No me deja ni despedirme, así que yo hago lo mismo y me meto en la cama, por fin. Le envio un mensaje a mi padre de buenas noches y hablo un poco con Cris para contarle como ha ido todo.
Me duermo escuchando a Queen.