Momentos ¦ Devie [COMPLETA]

Poción (1/2) ¦ Devie

—Bebe esto. Se lo compré a un mago. Dijo que quien lo bebiera potenciará la parte menos usada de su personalidad— Doug mira con desconfianza el líquido viscoso del frasco, creyendo que Chad había perdido la cabeza— ¡Vamos! Si lo haces te pago.

—Definitivamente, no.

—Que aburrido.

—Entonces tómalo tú, amigo.

Chad mira a Doug molesto. Esperaba que al menos aceptara por curiosidad, pero no. El hijo de Dopey no era tan tonto al final de cuentas. Mueve entre sus manos el líquido del frasco sin rendirse. Quería saber que hacía esa pócima sí o sí. Así que si no era por las buenas...

—Oye, mira allá arriba. Creo que encontré tu moño verde— dice casual. Doug alza la mirada extrañado, abriendo la boca en el proceso.

Chad se apresura y empina la bebida en su garganta, haciendo que Doug la tome sin remedio, escupiendo la mayoría al piso, tosiendo ante el sabor amargo que dejó en su boca. Se limpia los labios con el dorso de su mano.

—¡¿Qué demonios te sucede?!

Doug se pronto se sentía mareado. Una pesadez en su estómago lo hace sentarse sobre la cama y cierra los ojos cuando todo le comienza a dar vueltas.

—Oye... ¿Estás bien? ¿Doug? Ay, no...

Doug se recuesta y pierde el conocimiento. Chad se altera. No sabe que hacer. Sacude a su compañero pero no reacciona. Está seguro de que se meterá en serios problemas si no despierta pronto. Le llama una vez más muy cerca de su oído, casi gritando. Doug abre los ojos y empuja a Chad con tanta fuerza que termina con el trasero en el suelo.

—No vuelvas a gritarme al oído, princeso— murmura entre dientes Doug, con una mueca de desagrado extraña en él. 

—¿Te sientes bien?

—¿Qué pregunta es esa, Chad? Es obvio.— rueda los ojos con fastidio y se mira frente al espejo de cuerpo completo, quita su moño y despeina su cabello. Sonríe de lado— De hecho, me siento mejor que nunca. Nos vemos. 

—Espera, no puedes irte. 

Chad se apresura a detenerlo, definitivamente la poción si había funcionado. Doug no hablaba así, ni hacía esas muecas de presunción, mucho menos caminaba de esa manera que le recordaba a él. Lo toma del brazo y de inmediato se arrepiente. Doug mira su mano sobre él, luego levanta la mirada hacia los ojos del miedoso príncipe, de una forma tan intimidante que no creía que el tímido hijo de tontín fuera capaz de lograr transmitir. Lo suelta lentamente, casi con precaución, pues en ese momento Doug podía ser imprevisible. Doug hace una mueca otra vez, sacudiendo con su palma el lugar donde había sido tocado.  Luego abre la puerta y sale del lugar sin decir más. 

(...)

Evie caminaba con los Vk's platicando sobre la próxima reunión entre reinos que había sido organizada con motivo del aniversario de los exreyes Bella y Bestia, bastante emocionada pues a ella la habían elegido para diseñar los vestidos de la corte. 

—Te vas a caer— regaña Mal a la peliazul al verla caminar de espaldas. Evie está tan feliz que no hace caso.

—Oigan, chicas...— Carlos llama la atención de las amigas, para señalar hacia un lugar específico frente a ellos—¿Ese no es Doug?

Evie se gira con rapidez y con muchas ganas de ver a  su actual novio. La sonrisa en su rostro se desvanece con rapidez al notar a Doug platicando demasiado cerca de Ginny Gothel, una villana recién llegada que no le caía bien a nadie. Por la manera en la que ella sacudía constantemente su cabello era difícil no adivinar que estaba coqueteando, pero a él se le veía demasiado cómodo, tanto que incluso parecía seguirle el juego. 

—¿Qué hace ese idiota?— Jay pregunta molesto. 

—¿Él está...?— Mal mira preocupada a Evie, tomándola suavemente del brazo.

Y cuando la hija de la bruja Gothel toca su pecho, sin ser alejada, la peliazul siente un dolor angustiante presionando en su pecho, y aquel sabor amargo de la traición subir a su paladar. Niega con la cabeza negándose a creer que su novio se dejara tocar por otra de esa manera. No, ese no era Doug.

—Lo voy a matar— avisó Jay negándose a permitir que el nerd se burlara así de una de sus mejores amigas.

—No, Jay. Espera.

Pero era tarde. El hijo de Jafar se dirigía hacia donde estaba Doug, seguido de un Carlos que también parecía querer romperle la cara. Evie y Mal corrieron prácticamente hacia ellos para evitar que lo lastimaran.

Doug los mira sobre el hombro de Ginny con rostro serio. Aparta a la chica al notar al ex ladrón furioso, pero solo le sonríe de manera cínica. Jay lo toma del cuello de la camisa de forma amenazante. Doug mira a Evie al fondo de los tres villanos, mirándole con una especie de decepción y se siente confundido por unos momentos.

—¿Qué crees que haces? — Jay aprieta el agarre mirando meticulosamente al chico, quien parece salir de un trance.

—Sueltame— pide con calma Doug. Jay estrella su espalda contra una pared y eso lo enoja— ¡Que me sueltes, maldición!

Doug lanza un golpe que logra conectar con el rostro de Jay, pero solo logra enfurecerlo más. Todos ahogan un grito de sorpresa, nadie pensaría jamás que Doug llegaría a tal extremo. El hijo del ex visir intenta regresarle el golpe pero es esquivado con relativa facilidad.

—Vuelveme a tocar y te quebro todos los huesos. ¿Entendiste?

Su amenaza toma por sopresa a todos. Aquel tono impersonal digno de un villano era tan increíblemente perfecto que todos dudaron de la identidad del joven.

—¿Quién demonios eres y qué has hecho con mi novio? —exige saber Evie, al borde de las lágrimas.

—Soy yo, Evie.

—No, no es cierto.

Doug intenta acercarse a su novia, mostrando una sonrisa de lado tan impropia de él que solo logra hacer que ella retroceda.

—¡Mírame, princesa!

Estira su brazo esperando a que ella lo tome, pero antes de que ella hable de nuevo, un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza de Doug lo hace perder el conocimiento. Todos miran impactados a Chad, con sartén en mano, mirando el cuerpo desmayado de Doug.

—Eh... Verán, ocurrió algo muy gracioso— ríe con nerviosismo.