Capitulo 3

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Es viernes por la tarde, lo que significa que mi madre sale a tomar y me toca quedarme en casa sola como todo los fines de semana, la verdad ya se me hiso costumbre, siempre es lo mismo sale viernes en la noche y llega hasta el siguente día y mi rutina es estar en mi cuarto, viendo peliculas y comiendo helado, salgo a la cosina para buscar algo para comer, me preparo un sándwich con un baso de leche, escucho un auto parquear frente a casa y me quedo extraña, cuando veo a mi madre bajar las escaleras y sale sin decir nada, veo que se sube al auto, eso es nuevo siempre sale sola.

Estoy en mi habitación, cuando escucho ruidos en la planta baja, salgo para ver que es y lo que veo no me gusta para nada, mi madre esta toda borracha, besandose con un tipo que no he visto en mi vida, siento como la furia sube por mi.

-¿Que significa esto?- se separan y mi madre no se puede ni sostener sola, el sujeto es como de la edad de mi madre y la verdad no se le ve buena pinta.

-Quien es ella, me dijiste que no habria nadie en la casa- veo que le susurra al oído, pero logró escuchar.

-Soy la hija y tú quién eres y por que estás aquí- le digo sin titubiar, la verdad mi madre nunca había traido a un hombre a la casa siempre llegaba sola, y la verdad esto no me gustaba para nada.

-Alondra vete para tu habitación y dejame sola con mi invitado- dice y casi no puede hablar, fue lo que colmo mi paciencia.

-Mamá, enserio te vas a poner en estas, he soportado estos últimos años a que te la pases tomando, núnca te he dicho nada para no fastidiarte, pero ya esto es el colmo, vas a empesar a traer hombres a la casa, la casa que construyo mi padre eso no lo voy a permitir- termino de decir eso y salgo de ahí corriendo y con lágrimas en los ojos.

Llego a un parque, busco donde centarme, hace un poco de frio ya que es bastante tarde, me siento en una banca que veo y me quedo ahí un rato, nunca le había hablado así a mi madre pero ya no aguantaba más con todo eso dentro de mí. Después de un rato me pongo de pie y me dispongo a ir a casa, pero hay un problema no se donde estoy, empieso a caminar sin rumbo y despues de un rato me canso de caminar y me siento en la acera, no se que hacer, no tengo mi telefono y aunque lo tubiera no tengo a quién llamar.  Siento que una moto se acerca y me alerto, levanto la mirada y no creo lo que veo de todos lo que me pude topar tubo que ser él y a estas horas.

-Hola, niñita que haces sola a estas horas de la noche en este lugar tan peligroso- la verdad no puede ser una peor noche.

-Eso a tí no te importa- no se porque cuando hablo con él, siempre estoy a la defenciba.

-Solo queria ser cortes niñita, pero tienes razón no me importa, entonces me voy, solo ten cuidado que por aquella esquina hay unos tipos que no tequitan la mirada- miro para la esquina y efectivamente hay dos tipos que no apartan la mirada y me entra miedo, veo que Said se dispone a irse y por mi orgullo no le digo nada, así que se va y veo que los dos tipos se acercan, me levanto para irme, veo que se acercan cada ves más, en que momento salí de casa mejor me hubiera metido en mi habitación.

-Presiosa, para donde vas- escucho que dice uno de ellos y me da un escalofrio en el cuerpo, siento que uno me toma por el braso, trato de soltarme pero no puedo me sujeta muy fuerte me tira en el suelo y le dice algo al otro que no logro entender, me mira denuevo y sonrie, trato de soltarme pero no puedo es mucho más fuerte que yo, cierro los ojos, para no ver lo que se aproxima, pero de pronto no siento al sujeto enzima de mi y abro los ojos, veo que alguién lo esta golpiando, no veo al otro sujeto, se ha ido.

-Tú no sabes que a una mujer no se le tocá ni un pelo- reconosco la voz es la de Said pero no era que se había ído, y si no lo hiso por que dejo que ese sujeto se acercará. Veo que suelta al sujeto y este con sangre en el rostro sale corriendo.

-Gracias!- digo mientras me levanto del suelo.

-Te dije que tuvieras cuidado- dice sin mirarme. No digo nada porque se que no le voy a responder de buena manera, como ve que no respondo sigue hablando.

-Creo que deberías de irte a tu casa este es un lugar muy peligroso para que andes aquí sola- queria preguntarle que si era tan peligroso que hacia él aquí, pero mejor me quede callada.

-Hay un problema, no sé cómo volver a casa desde aquí- digo mirando la calle.

-Y que quieres, que te lleve a casa?- díce y esta ves si me mira.

-No te estoy pidiendo que me lleves, solo que me des la direccion y yo me voy sola- la verdad piensa que por a verme ayudado ya es un héroe o que.

-Y crees que llegaras viva si te vas tu sola-

-Entonces pido un taxi y ya esta- se hecha a reir y la verdad no le encuentro la gracia.

-Piensas que hay taxis a estas horas de la noche, pues estas equivocada- como me desespera hablar con él, empiezo a caminar y la verdad no se para donde, porque no tengo idea de donde estoy.

-Si sigues por ese camino creeme que te va a ir peor- escucho que dice a la par mía, pero esta vez va en su motocicleta.

-Ya no me importa nada, que pase lo que tenga que pasar- y si era así no me importa nada ya, solo se que quiero llegar a mi casa.

-Ven sube- escucho que dice, lo miro para ver si me esta molestando.- bueno si no te da miedo- la verdad nunca me han dado miedo las motocicletas, antes de que mi padre muriera tenia una, así que nunca les he tenido miedo. Subo a la moto y me sujeto de la parte trasera, veo que espera un momento y despues arranca, acelera pero no me suelto de donde voy, cuando veo que hemos llegado me bajo y le doy las gracias, doy media vuelta con la intención de de irme pero, habla.

-Veo que no le tienes miedo a las motos, como muchas- sonrio y me doy vuelta para contestarle.

-Primero,no soy igual a todas y segundo quién te dijo que les tenía miedo- lo miro y me doy la vuelta y entro a mi casa.

Ojos TristesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora