Capítulo 3: “Una muerta en casa”
Hoy Alice era el chisme más grande que la escuela pudo tener. En cada pasillo, en cada esquina, ¡hasta en instagram!, se habla o se menciona algo sobre su muerte "súbita".
Los rumores dicen que fue un asesinato, otros que fue un suicidio, pero ninguno nada convincente.
Mi opinión, fue algo que ella se buscó. No quiero señalar culpables ni nada. ¿Pero qué hacía ella tan lejos de su casa a esas horas?
Es algo estúpido, pero ella nunca me inspiró confianza.
—Señorita Shell—me llama la profesora de Orientación—. La familia HoodanLee invita a todos los alumnos que estudiaban con ella asistan a su funeral.
Me entrega una tarjeta negra que decía en letras cursivas y plateadas "Alice HoodanLee".
Sería en ¿un hotel? Ésta gente sí que está loca. No es por nada, pero es la primera vez que me invitan a un funeral en un hotel. De paso, es el hotel Rudenfindwell, el más caro de la ciudad.
Como diría Carter: "cada loco con lo suyo".
—¿Ya te invitaron?—me preguntó Mohad llegando de la nada.
Asiento con la cabeza.
—Déjame adivinar. Te parece excesivo el hecho de que es en el hotel Rudenfindwell.
—Sí.
—Admito que para mi también. El más lujoso funeral al que he ido, es al de un ex-socio de mi padre. Fue en un jardín de orquídeas y sirvieron champaña de la marca Élite Dorada.
—¿No te parece extraño?—le pregunto al pelirrojo.
Me mira confuso.
—¿El qué?
—Que dieron su caso como muerte súbita y no investigaron más a fondo.
—En realidad, lo estuve pensando mucho. A mi también me parece extraño ese acontecimiento. Hasta yo quiero saber qué pasó con ella. Pero al mismo tiempo pensé que puede que su familia no esté preparada para esa noticia. Digo, lo más prudente sería investigar después del entierro, con cabeza fría.
—Tienes razón—le digo—. Pero todavía hay algo que no me cuadra.
—¿Qué es?
—Esa familia era tan cuidadosa con Alice, que me parece ilógico que ella haya muerto a tan altas horas de la noche. Ni siquiera la dejaban ir a campamentos de verano por la mañana, porque según ellos "era peligroso".
—Pudo haberse escapado.
Me quedo en silencio.
Alice tenia cuatro escoltas y la casa estaba llena de personas de seguridad privada.
Literalmente, es imposible poder escapar de esa casa.
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Ivye ©
Novela Juvenil"No todas las historias tienen el mismo patético final". «Sí la ves cerca, corre. Sí ves que te habla, no digas nada y vete. Sí te pregunta algo, miente. Sí es amable contigo, témele. Sí te enamoras, date por muerto. Nadie se escapa de sus garras, n...