Un Mes - Jintae [CANCELADA A LO JEFREE STAR]

Día -2-

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Era viernes por la tarde, Seokjin había salido más  temprano de lo habitual de su trabajo y, como ya era costumbre, fue directamente a casa de Yon soo que tan sólo quedaba a unas cuantas calles de la escuela de su hijo.

-Me ha pedido un mes -los ojos de Yon soo casi salen de sus órbitas ante tal noticia.

Seokjin había visto esa expresión antes, una de total sorpresa. Las facciones de su rostro eran completamente para una foto: Era una mezcla entre molestía y "me estás bromeado, ¿Verdad?", porque claro, no podría creer la terquedad de Taehyung al no firmar los papeles y más encima, pedirle un mes.

-¡¿UN MES?! Es mucho tiempo y, además, es totalmente ridículo. -su voz sonaba burlona y un tono más arriba de lo que normalmente era. Él guardó silencio mirándola, segundos de silencio después, suspiró y bajó lentamente la cara mirando los papeles en sus manos.

-No es por él, es por Hyunjin. -La chica bufó.

Su enojo era tan obvio que Seokjin agradecía estar al otro lado de aquella mesa de considerable tamaño, practicamente intimidado por la mirada de Yon soo, la cual le hacía creer que en cualquier momento se lanzaría sobre él y no precisamente para algo sexual.

-Me has pedido que te muestre las condiciones -extendió el brazo con los papeles en la mano, a lo que ella negó con la cabeza.

-Leélos tú.

Aclaró la voz con un sonido desde la garganta y se incorporó a una buena postura.

-1. "DURANTE UN MES SEOKJIN SE COMPROMETE A CARGAR A TAEHYUNG HASTA LA HABITACIÓN, TODAS LAS NOCHES. SIN EXCEPCIONES." -Miró a Yon soo de reojo, quien mantenía los labios ligeramente juntos con cierta fuerza, probablemente aguantando una carcajada.

Creyó que era una broma, él era así, bromeaba con cosas tan serias que Yon soo no pudo evitar estallar en una carcajada, lo que hizo que Seokjin respingara de la silla. Trataba de articular una palabra pero no podía, parecía tan divertido lo que había dicho que la risa no cesaba.

-¿Es broma? -Por fin logró decir, aún riendo.

-No, Yon soo. No es broma. Toma las cosas enserio, por favor.

Tal vez viniendo de otra persona este comentario no habría detenido a Yon soo y le habría dado una paliza; pero era Seokjin, el hombre que le daba satisfacción sexual.

Yon soo no era una chica refinada, mucho menos delicada. No le importaba el romance, todo era simple lujuria. Pero tampoco podía permitir que Seokjin fuese compartido, era algo totalmente inaceptable. No lo dudo dos veces y se levantó de su silla, caminó al rededor de la mesa mientras las puntas de los dedos de sus manos rozaban suavemente la madera de aquella mesa. ¿Su destino? Seokjin, obviamente.