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Era tarde, casi la media noche y por ende hora de cerrar el bar; horas antes había llegado una mujer con muy mala apariencia, pero quien soy yo para juzgarla?, pidió una copa de whisky y ni siquiera la bebió, se quedo dormida en la barra, el dueño del bar dijo que no era un hotel para vagabundos mucho menos para mujeres de la vida fácil.

Le hice despertar, y entre mi compañera y yo la llevamos a la puerta, sin que se diera cuenta le coloque un par de billetes y una nota donde decía la dirección de alguien quien podría ayudarle, ya saben cosas de trabajo y alimentación, bueno solo espero que vaya, los billetes es lo de menos.

Con la retirada de aquella mujer, se cerro el negocio, para mi mala suerte llovía y la lampara de la avenida estaba averiada así que no era mucho lo que alcanzaba a percibir, caminé deprisa hasta llegar al callejón Lincoln, era la ruta mas corta pero también la mas oscura, así que también decidí apresurar el paso, parecía que la lluvia me jugaba una jugarreta pues también aumentó , pero aún así yo no parpadeaba, no miraba a los lados ni mucho menos hacia atrás , los únicos sonidos que percibía era la lluvia y el sonido de mis tacones...,.

De pronto se encendió una luz al final del callejón, imposible no percibirla, destacaba entre la oscuridad, de ese lugar salió una enfermera, llevaba un uniforme blanco como la nieve con unas ligeras manchas, volteó y me miro fijamente -que haces tan sola? - me preguntó, -me dirijo a mi casa- le respondí firmemente

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2020 ⏰

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