Odio ese git grasiento

Capitulo 11

Notas:  Sí, corrí antes de la guerra hasta después de la guerra ... porque quiero decir ... no quería escribirlo. Solo seré honesto ... Solo quería volver con la pareja. Todos saben lo que pasa. Adelante mis patitos.

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Años. Atrapado durante años. Sabiendo que soy el único que sabía de mi inocencia. No. ¿Severus piensa que soy inocente? No. No importa. No. Todos los días pasan a la deriva. ¿Aún sigue siendo importante? Tal vez me merezco esto. Es cierto que soy inocente, pero lo rompí. ¿Mereció alguna vez las cosas que le hicimos? Hacia el final, ni siquiera había represalias. Acabo de aceptarlo.

Vi esa rata en una página en el profeta diario. El traidor. Tengo que salir Tengo que ... destruirlo. Es por eso que estoy aquí. Todavía no estoy registrado. Cuando traigan mi comida, me voy a escurrir. Voy a escapar y luego haré todo bien.

Me arreglé para escapar. Llegar al castillo Todos los días corre juntos. Voy a capturar esa rata. Lo haré bien. Busqué mucho Finalmente. Finalmente, abrazo a remus. Mi amigo se siente tan caliente. Como si estuviera a salvo por primera vez en mucho tiempo. También veo un Severus. Su varita está a mi garganta. El me amenaza sus palabras son veneno. No es el mismo que era cuando éramos estudiantes. Le hice esto a él. ¿Cuántos años desde que lo veo? Más de doce. Quiero hacerle daño a él. No quiero ser el único. No quiero ser el único. Pero también quiero disculparme justo en este momento. No. Habrá tiempo para eso más tarde. Peter la rata Debo matar a la rata.

Se escapa. Y de alguna manera todavía salgo con la vida. La guerra continúa.

Estoy en la mansión negra. Odio este lugar, pero aquí es donde se reúne la orden. Severus viene también. Sus palabras siempre cortan. No sé por qué le devuelvo las palabras. No merezco disculparme. En Azkaban todo lo que uno puede hacer es pensar. He pensado mucho en él. Cuando me mires no siento que me esté viendo. Nunca me perdonó una segunda mirada. Da miedo.

Lucho en esta guerra cuando puedo. Tenía que suceder. Una maldición. Pégame. Me siento caer de nuevo y solo pienso en mis arrepentimientos. Lo hice tan poco.

Puedo sentirme a la deriva. Eso es todo lo que he estado haciendo desde que perdí a Severus. A la deriva a través de un estado constante de no existencia. No creo que haya existido nunca.

Hace frío detrás del velo. Esta oscuro. Y vacío Y otra vez todo lo que puedo hacer es pensar. Recuerdo a Severus con su cabello como tinta alrededor de su cara. Recuérdame los ojos que miraban y luego apartaban la mirada rápidamente. Recuerdo cómo su rostro vacío de toda emoción se volvió hacia mí. Yo lo rompí. Él puso su confianza en mí y yo nunca ... nunca me disculpé. Sé que no merezco el perdón, pero él merece saber que siempre se lamentará mis acciones.

No hay día ni noche. Sólo el vacío.

Quiero gritar, pero no hay nadie alrededor que pueda escuchar. Quiero llorar, pero no sé si merezco hacer eso. Tuve muchas oportunidades de disculparme y seguir pensando ... después de la guerra. Espero que lo sobreviva. Espero que puedas encontrar una felicidad.

Hace frío. Y entonces no lo es. Esta oscuro. Y entonces no lo es. Puedo ver la luz a través de mis párrafos, pero solo me causa dolor. Quiero abrir los ojos a esta luz extraña, pero en cambio puedo sentirme dormida.

Puedo sentir una manta sobre mí. Una almohada se desliza debajo de mi cabeza. No tengo sentido, pero estoy demasiado cansado para leer las piezas en este momento.

Tal vez cuando me despierto. Si me despierto