Capítulo 1.

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Esta historia está escrita por mí. Empecé a leerme una parecida en inglés, pero sólo fue el primer capítulo. Quiero hacer una versión propia mía.

 Muchos de vosotros no conoceréis la sensación de levantaros por la mañana y desear con todas tus fuerzas no salir de allí. No querer mirarte al espejo, no querer ir al instituto, no querer soportar todas las barbaridades que los chicos de tu edad y los de no tu edad te dicen.

Porque lo único que consiguen es que vayas todos los días con las muñecas protegidas para que los profesores no te los vean.

Mi vida se resumía así.

Me levantaba por la mañana esquivando todos los espejos que había en mi pequeña casa. Me ponía lo primero que encontraba, pues a la gente le daba igual me pusiese lo que me pusiese. Me criticarían igual.

Llegaba al instituto y soportaba empujones, amenazas, insultos e incluso a veces me robaban.

En clase me sentía protegida, pues delante de los profesores no podían hacerme nada, pero en cuanto el timbre sonaba y yo abandonaba el aula en el que estaba, volvía lo de siempre.

En la cafetería me ponía sola.

Y no os creáis que al llegar a mi casa todo pasaba.

Muchas veces no.

Mi padre era un fanático de la bebida. No había hora en la que no bebiese, excepto cuando dormía, y eso era mucho pedir.

Nos pegaba, nos trataba mal.

No lo soportaba.

Y así tuve que pasar la mayor parte de mi edad.

Sufriendo.

WarriorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora