Día 1

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Starker Week 2019

Promt 1: Reunión.

Goodbye my love.

Se observó un momento en el espejo, estaba vestido con un traje color negro y con una camisa del mismo color.

Peter quiso sonreírle a su reflejo, quiso decirle que todo iba a mejorar con el paso del tiempo, pero su mente traicionera lo llevaba al pasado, a esos días en los que oía con atención las palabras de Tony. Como esa vez en la que el millonario le dijo que el negro se le veía mejor que cualquier otro color.

Ya había pasado un tiempo desde que había ocurrido eso. Pero no podía dejar de sentir dolor.

Le dolía tener que aceptar que la muerte de Tony no era un sueño o una pesadilla, que no era una mentira de las personas o una trampa que había puesto el propio Anthony, tenía que aceptar que era verdad. Que era las más cruda realidad que él había tenido la fortuna de presenciar.

Cuando Peter conoció a Morgan, en vez de sentir un nudo en el corazón o una fría sensación dentro de él, sintió, una extraña felicidad.

Al menos en este mundo tenía todavía un pedacito de Tony.

[...]

El tiempo pasó, y Peter superó su dolor.

Morgan era una luz que lo ayudó a volver a sonreír, un día él le preguntó que tanto extrañaba a su papá. La niña resultó ser un genio como su padre.

"No puedo extrañar a alguien que está junto a mí"

Y ese fue su motor.

Un día, cuando llovía fuerte en la ciudad de Nueva York. Se acercó a la ventana, la abrió y salió por ella.

Desde ahí trepó por las paredes de los edificios. Y subió al más alto que encontró. Ya estando ahí levantó el rostro y sonrió.

—Hola Tony—dijo Peter y continuó—Supondré que habrás persuadido a alguien allá arriba para que lloviera ¿no?—sus ojos lucharon por cerrarse ante el golpeteo de las gotas de lluvia-—siempre me quieres llenar de regalos, debes aprender que soy muy feliz sabiendo que estas a mi lado.

De repente la lluvia se volvió más fuerte.

—Vanidoso—le dijo Peter con una sonrisa—Pero sabes que no eres el único que le da regalos al otro ¿verdad?

Ahora sí bajó la mirada.

—Tony, quiero que sepas que, no importa cuánto tiempo tarde, yo volveré a ti, porque soy tuyo. No te preocupes por Pepper, por Morgan o por mí. Estamos muy bien.

La lluvia disminuyó.

—Ahí está. Lo sabía, señor preocupón, ni estando hasta allá te la pasas tranquilo—Peter movió la cabeza mientras sonreía y levantaba la cabeza otra vez—¿Estás bien ahí donde estas?

No obtuvo respuesta

—Te amo.

La lluvia se detuvo totalmente.

Peter bajó la mirada sonriendo con tristeza y una lágrima se escapó de sus ojos. Él la tomó con su dedo índice y levantó su mano al cielo.

—Ten, te la regalo.

Y la lluvia volvió a soltarse otra vez.

Entonces Peter se levantó con cuidado y se estiró.

Miró al cielo una última vez.

Starker Week 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora