Día 4

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Esta es la primera nota que hago antes de empezar a escribir un capítulo. Tengo que admitir que no tenía la más remota idea de que demonios escribir en este Promt. Pero algo me pasó.

Este OS es un AU Soulmates. Estuve a punto de cambiarlo, pero hoy, en mi graduación me di cuenta de que las almas gemelas no son un invento, existen. Quizá es apresurado pensar que él es mi alma gemela. Pero lo que sí sé es que (y lo cito) "puede que tú y yo no nos volvamos a ver, pero estoy seguro de que en algún momento nos volveremos a encontrar"

Oye, si lees esta notita (que tal vez sea improbable) tienes que saber que yo estaré justo aquí esperando por ti.

Sin más, disfruten el capítulo.

Aclaraciones: Aquí Peter y Tony se llevan 25 años.

Starker Week 2019

Día 4: Mucho fluff hasta que duela.

Right Here Waiting For You.

En un mundo tan enfrascado en uno mismo, es difícil pensar que alguien pueda encontrar su alma gemela.

Es un mundo en el que existe esa posibilidad, cuando sales a la calle, puedes ver a mucha gente con una marca parecida a un tatuaje en su brazo, en su muñeca o en su cuello. Si te fijas bien puedes ver cómo a la luz del sol brilla un hilo casi invisible amarrado al meñique de mucha gente más. O puedes ver a uno que otro rarito con ojos de color diferente. Incluso si te asomas a una cafetería puedes ver a gente escribiendo cosas en su brazo o en la palma de su mano.

Y de eso se tratan los soulmates. De esas marcas que te ayudarán a encontrar a tu alma gemela.

Sin embargo, conforme el mundo fue evolucionando, la gente se dejó de preocupar por su soulmate, pues bien, podría ser tanto tú vecino como podría vivir al otro lado del mundo.

Ahora la gente es materialista, y yo soy uno de ellos.

Mi nombre es Anthony Edward Stark, un genio, millonario, playboy y filántropo que según las revistas de chismes soy el bendecido más maldito.

Soy un hombre que tiene todo menos la marca de mi soulmate. Ni un ojo de color distinto, ni una marca en la piel, o un hilo colgando de mi meñique. Nada. Al parecer, yo no tengo alma gemela, nadie está destinado a mí.

Ya con 26 años en el camino, seguía siendo extraño no tener a alguien con quien compartir la vida.

Que tal vez me estaba comportando como un dramático sin remedio, pues cualquier persona en este mundo y sus alrededores no perdería la oportunidad de tener como pareja al hombre más deseable de todo el universo: Yo.

Pero desde que yo era un niño pequeño, la idea de encontrar mi soulmate se quedó ahí. Yo estaba decidido, no descansaría hasta tener a mi lado a quien sería mi alma gemela.

Puede que mucha gente pensara que yo era un hombre sin corazón, pero al final de cuentas lo tenía.

Conforme pasaba el tiempo, me dediqué a buscar a ese soulmate por mar y tierra. Pero también me dediqué a preparar regalos para ella o él.

Cada día despertaba con la esperanza de encontrar a mi alma gemela, con una sonrisa continuaba con mi rutina y cada noche dejaba una nota o un regalo en un cuarto.

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