Park ChaeYoung siempre ha estado llena de problemas, se siente sola a pesar de tener a grandes amigos, vive una relación toxica bastante codependiente, muy en sus adentros lo sabe pero se niega a tomar las riendas de la situación hasta que es demasi...
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-¿pero qué estás diciendo Chaeyoung? –la madre miraba con asombro a Rosé, ella no podía mirar a sus padres a los ojos.
-ni siquiera conocemos a ese chico, ¿Quién es? –El señor Park estaba molesto.
-ya se los dije, lo conocí hace ya año y medio, y no tengo dudas de que él es el hombre de mi vida –la chica por fin miraba sonriente a sus padres.
-¡por dios hija!, no escojas esas cosas a la ligera, por eso te pasa lo que te pasa, ¿Qué no aprendiste la lección con Suk Jong Pil? –la mamá de Rosé miraba preocupada a su hija.
-claro que la aprendí, aprendí a no enamorarme de patanes, y créeme que Chanyeol no es un patán.
-¿Qué es lo que hace? ¿En dónde trabaja? –el padre de la chica cuestionaba.
-él... es un idol.
-¿un qué? –ambos padres preguntaban sin entender nada.
-un idol, un cantante famoso –Rosé miraba nerviosa a sus padres, ellos comenzaban a reír.
-¿pero qué dices? Hija de verdad que no puedo permitir esto –el papá de Rosé estaba perdiendo la paciencia, en eso se escuchaba el timbre de la casa, era Chanyeol, no pudo esperar la llamada de Rosé, tenía que enfrentar con ella a sus padres. La madre de Rosé abría la puerta.
-¿Quién eres? –ella preguntaba al ver al chico.
-él es Chanyeol... -Rosé respondía haciendo que los dos señores miraran al chico de pies a cabeza.
-mucho gusto, soy Park Chanyeol, novio de Rosé –el chico se presentaba amablemente y con la mejor de sus sonrisas, sonrisa que Rosé disfrutó ver.
-con que tú eres el famoso –el señor miraba detenidamente al chico y con un dejo de resentimiento.
-se llama Chanyeol papá –Rosé decía molesta.
-descuida Rosé, entiendo a tus padres, ellos no me conocen y de seguro que están molestos porque hemos decidido vivir juntos –la madre de Rosé bajó la mirada mientras que el señor Park miraba atento cada movimiento del chico.
-conocí a Rosé en Corea cuando ella tocaba en un grupo, y desde que la vi por vez primera me enamoré de ella, siempre supe que ella estaría conmigo por el resto de mi vida –las palabras de Chanyeol se sentían sinceras, pronto los padres de Rosé notaron la forma en la que el chico se expresaba de su hija y la manera en como la miraba, definitivamente estaba enamorado de ella, no habría poder humano que los detuviera, era el destino y ellos lo sabían, pero les dolía perder a su hija de nueva cuenta.
-¿y cómo me vas a garantizar que vas a hacer feliz a mi hija? –el señor Park se acercaba a Chanyeol.
-señor, yo amo a su hija, la he visto sufrir en muchas ocasiones y es algo que me quita el sueño, siempre quiero verla feliz y que esa felicidad la comparta conmigo, la amo demasiado como para dejarla ir, lo hice una vez, la dejé ir y no dejé de pensar en ella en 1 año entero así que ahora que la volví a encontrar no puedo dejarla ir, le prometo que a ella no le va a faltar nada en lo absoluto –el señor se había quedado sin argumentos, era evidente el amor que el chico le tenía a su hija, y si su hija era feliz él también lo era, así que decidieron dejarla ir con él, fue la alegría más grande que Rosé y Chanyeol tuvieron, ver sonreír a su hija de esa manera después de casi un mes de verla sumida en la depresión les hizo ver que habían tomado la decisión correcta. Cenaron y convivieron un poco antes de volver a Corea, Rosé hizo sus maletas con todas su pertenencias, era momento de irse de Australia para vivir junto al amor de su vida. Park Chanyeol.
