Park ChaeYoung siempre ha estado llena de problemas, se siente sola a pesar de tener a grandes amigos, vive una relación toxica bastante codependiente, muy en sus adentros lo sabe pero se niega a tomar las riendas de la situación hasta que es demasi...
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Era Lunes y como todos los Lunes Rosé asistía a sus clases de dibujo y pintura en el centro de Australia, se sentía algo cansada pues todos esos días había estado pensando seriamente la posibilidad de ir a Corea después de tanto tiempo, eso le estaba afectando en su día a día y se le notaba también físicamente.
-Hola mi Roseanne querida –un chico extrovertido de físico fornido, look desenfadado, sonrisa amplia y rostro definido se sentaba frente a la chica en las bancas del jardín de la escuela.
-Hola Jackson –ella lo miraba con una sonrisa forzada.
-¿Qué ocurre? Hoy no tienes esa chispa de siempre ¿pasa algo? –el chico se ponía serio al ver a su amiga distinta.
-no pasa nada –suspiraba fuerte -¿Cómo te va? ¿Qué tal tus clases de baile y canto? –el chico tomaba clases de baile y vocalización en la misma escuela.
-bien, algo pesado pero ya estoy listo para ir por una pizza ¿Qué te parece? –sonreía para animar a Rosé.
-gracias Jackson pero no estoy de humor –se levantaba y tomaba sus cosas.
-mínimo acéptame una nieve –Jackson ponía rostro de niño pequeño.
-será otro día Jackson, ahora de verdad no tengo ánimos –la chica empezó a caminar seguida de Jackson.
-¿Chaeyoung, que pasa?, cuéntamelo –Jackson era otro gran amigo de Rosé, aunque no sabía todo a detalle como Jennie sabía muchas cosas de Rosé, fue extremadamente difícil conseguir la confianza de Rosé, estaba temerosa a cualquier aproximación de alguien del sexo masculino, pero Rosé encontró en Jackson a un buen amigo en quien confiar como JB y L a quienes extrañaba demasiado.
-Jennie se ha ido a Corea –Rosé se giraba para ver a Jackson de frente.
-¿ya se fue? Que rápido, ¿Por qué no fuiste con ella? Creo que hubiera sido un buen momento para enfrentar tus miedos ¿no lo crees? –Jackson se unía a la misma opinión de todos.
-¿crees? –ella encogía los hombros.
-claro que sí Rosé, deberías intentarlo –ella seguía en sus pensamientos temerosos –si gustas puedo acompañarte para que te sientas más segura –ella le sonrió cálidamente, agradecía que Jackson fuera así de protector con ella.
-una parte de mi me pide volver... pero la otra me detiene –Jackson comprendía todo, no dijo más y la abrazó fuertemente.
-sea lo que quieras hacer yo siempre estaré contigo apoyándote –ella sonreía, estar entre los brazos de Jackson era la sensación más cálida que pudiera experimentar, era como estar en los brazos de mamá cuando eres pequeño, Rosé se sentía intocable, protegida, amada.
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-¿en qué puedo ayudarle señorita? –una chica perfectamente vestida detenía el paso de Lisa y BamBam dentro de la agencia.
