40 Parte

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—¡PACHONCITO, NO! —gritó Flug de desesperación para pararlo de sus acciones salvajes. Al segundo, 5.0.5 extendió sus garras y se le tiró encima para luego soltar un rugido de superioridad y antes de que le rajara la cabeza, procedí a empujarlo contra la pared para que a mi empleado le diera tiempo de salir corriendo de la zona de peligro.

5.0.5 rugió más fuerte y estaba listo para dar pelea, recordaba los viejos tiempos en que el oso tenía sus impulsos salvajes, pero no los logró desarrollar y me tocó a mí educarlo para mi beneficio, y al parecer, hasta ahora en el presente no me di cuenta de que sus instintos estaban ahí pero no influenciados.

El oso, por intento de ataque, se fue como un toro hacia mí, cosa que fue vacilado por mi elegante capa en el aire —la tenía puesta—, para después estrellarlo contra el suelo, pero no una sino varias veces para dejarlo inconsciente y que sea más rápido de manejarlo.

—¡Jay! ¡Pachoncito! —decía Flug mientras se tapaba con sus manos la vista para no ver, este estaba deseando que todo terminara porque sentía el dolor que le estaba causando por dentro; y me fascinaba cuando alguien sufría pero hoy no era el caso de seguir. Finalmente, el oso cayó rendido ante mis ataques y siguió a tener una pequeña siesta. Flug corrió directo hacia él y se le tiró encima para darle un abrazo y acariciarlo.

—Esto y mucho más era porque no teníamos que venir. —Se quejó Flug.

—No vamos a tener otra discusión por esto después de años, Dr. Slys —dije serio.

—5.0.5 es una bestia —dijo Demencia, sorprendida.

—Muchas cosas pasan aquí, en especial los que trabajan conmigo —dije.
»Permiso Flug, “Pachonchango” debe estar asegurado para que no haya más problemas como este.

—¡Es Pachoncito!

—Pachoncho, Pachonchango, Experimento fallido ¡COMO SEA! ¡AHORA NO IMPORTA! ¡DEJA EL MALDITO OSO EN PAZ!

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Notaba a Black Hat cansado y estresado, me estaba dando lástima verlo así porque era él solo con nosotros como carga más el trabajo; al él no le gusta salir a dar paseos o ir a reuniones externas de su casa por los mismos problemas, pero aún así tenía que hacerlo por trabajo y eso me ponía mal.

—¿Quieres hablar de algo? Para calmarse —pregunté.

—No, déjalo así —dijo agresivamente y nos ordenó a mí y a Flug que saliéramos de la sala.

—No te sientas mal por él —dijo mi compañero, triste—. Aquí siempre es así, un desastre.

Por primera vez estaba sintiendo una sensación extraña dentro de mí, aparte del rechazo por parte de todos estaba pensando en cosas que me estaban perjudicando pero que a la vez no podía parar de pensar. Sentía un revoltijo en el estómago y una presión invisible en mi pecho horrible que me incomodaba.

—¿Estás bien? —preguntó Flug.

—Es el calor —respondí.

—Ah, bueno, ya ahorita cae la noche y se vendrá el frío, será mejor abrigarse bien —dijo y este siguió su camino.

«Es mi culpa», pensé. Me tiré al piso de rodillas y me abracé fuertemente porque ya no tenía a nadie cerca para hacerlo, estaba perdida y no sabía qué hacer.

—Demencia —dijo alguien, serio.

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Hola :3 les dejo la parte 40.

Nueva Amenaza. DemenxiaXBlackHatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora