Especial 300

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-Entonces... ¿Solo serán 1000$ al mes? —Preguntó dudosa al ver tan grande el lugar por tan poco dinero.

-sí ese es el precio y no se preocupe por el vecino, le puedo asegurar que es una buena persona no notara que siquiera existe —. Respondió el hombre de ásperas facciones en el rostro y el estómago redondo como una sandía.

-¡Lo compro entonces! — dijo vivaz la mujer con tono dulce en su voz y cierto aire inocente.

-Entonces tenemos un trato, firme aquí por favor — dijo el hombre con una sonrisa.

Emma rápidamente firmó y al haberlo pudo escuchar como el hombre dejo caer una gota de la espera tinta al decir: — espero no la moleste el compañero de su vecino...

Emma no comprendió y luego de salir de la vivienda sonrió y dió un chillido seguido de un brinco, había encontrado exactamente lo que buscaba y a un precio muy favorable, era su día de suerte.

Tomó un taxi hasta su apartamento, subió el ascensor del edificio y luego entró en su habitación, tomó su celular y se dispuso llamar a sus amigas para contarles de su gran exito. Por fin luego de 3 meses de búsqueda había encontrado el lugar ideal para vivir, lo único malo es que era un duplex y por tanto tendría un vecino pero eso no le importaba era más importante que al fin viviria en un lugar más grande y espacioso.

-¡¿Tan barato!? —se exaltó la joven de cabellera verdosa al otro lado de la línea—. ¡Vamos a celebrar!.

-no, tú sabes bien que tengo que asistir a mi nuevo empleo y no puedo ir con resaca el primer día..., En serio como odio cambiar de empleo —. Explicó Emma con tono molesto mientras alistaba su maleta y tenía el móvil en la oreja.

-Oye ¿Sabes de quién es cumpleaños? — preguntó Gilda ella con malicia.

-no, ¿De Don? — respondió Emma e inició una nueva duda.

-¡No! Es mi cumpleaños y por tanto harás lo que yo diga ¡y digo que iremos a un bar hoy en la noche! —. Ordenó Gilda a viva voz.

-Tú no tienes remedio — dijo Emma hastiada.

-El trabajo te ha absorbido todo lo divertido antes eras más activa —Comentó Gilda.

-No es eso...

-¡Nos vemos hoy a las 6 frente al bar The House evil —gritó y seguido de ello colgó la llamada.

Emma se retiró de la oreja el móvil y se susurró a si misma:—no es eso y lo sabes bien...

Llegaron las legendarias 6 de la tarde y Emma estaba anciosa, era cierto llevaba meses sin salir a dar un paseo siquiera, el trabajo le gastaba todo el tiempo que ella tenía. Era estresante.

Emma se engalanó con una camiseta blanca y un jean azul oscuro, unos botines negros de tacón mediano y un abrigo largo de color beige. Ella era muy mala vistiendose, cualquiera sería que no tenía sentido de la moda y es verdad que no lo tenía, realmente no sabía combinar colores o prendas ella era todo un caso para ser una mujer...

The House Evil apesa4 de su nombre que quien sabe a que patán se le había inventado era un lugar muy famoso, tan famoso que personas de alta alcurnia iban a ese lugar... ¿Cómo Gilda haría para que las dejarán pasar? Eso era un misterio.

Frente al gran y lujoso lugar se encontró a las mismas chicas con las que solía caminar y comentar cosas por las mañanas cuando debían ir todas en el mismo horario al trabajo. Eran Guilliam, Gilda y Susan.

Aun Emma estaba algo confundida de cómo podrían entrar en el sitio, para su sorpresa Guilliam resultaba conocer bien al dueño y con su ayuda lograron entrar.

Cuento Nostálgico (Rayema)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora