RENJUN

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ADIÓS.

Se conocieron en un Arcade cerca del centro, RenJun jugaba video-juegos en casa, pero sus compañeros de clase le dijeron que la verdadera adrenalina la sentía en ese lugar lleno de luces neón y personas desconocidas que se conocían momentáneamente para batallar en las maquinitas. Decidió ir, juntó muchas monedas, ahorró todos sus refrigerios, metió el dinero en una cangurera, listo para aventurarse en aquel lugar. Era sábado, las autopistas estarían atascadas, no tomaría el autobús, así que cogió su bicicleta y se lanzó a pedalear, no vivía tan lejos de aquel lugar.

Llegó, afuera del local, tras las grandes paredes de vidrio vio un lugar colorido, gente salía y entraba, se apresuró a encadenar su bicicleta a un poste de luz y luego corrió a la gran puerta transparente que se abrió frente suyo. Dentro, se escuchó el bullicio de los jugadores, gritos de derrota como de victoria, se apresuró a comprar su entrada, estaba barata, le colocaron una pulsera, podía salir del lugar y luego entrar a cualquier hora, pero solo por ese día. Pasó por unas pequeñas barras que rotaban tras poner su pulsera en un pequeño escaner.

Ya permitido en el paraíso, fue a buscar con quien interactuar, sus compañeros en clase le dijeron que podía hablar con cualquiera y esa persona le respondería como si lo conociera de toda la vida, estaba decidido en lanzarse a lo desconocido y jugar en ello.

— ¡¡Nadie derrota al Dios chino!!

Giró hacia la voz y vio como se formaba un medio circulo de personas que dijeron al mismo tiempo: ¡¡Salve WINWIN!! Le pareció curioso y fue a indagar.

Un chico mas alto que él, con labios hinchados y ojos pequeños, cejas definidas y cabello totalmente negro. Lo miró de pies a cabeza, esa persona tenía el ego por los cielos, miró a la maquina frente a todos, notó que era un juego de zombies, había dos pistolas, una era sostenida por la mano de aquel chico y la otra estaba colocada en su soporte.

— WinWin nunca pierde.

Dijo alguien a su lado y el pequeño volteo a verlo.— ¿Estas seguro?

— Vengo siempre, es como inmortal en todos los juegos.

El menor asintió lentamente, pensando un poco. Nadie podía ganar siempre, hasta el perdía frente a su consola. Sin embargo, sabía que en este tipo de juegos nunca fallaba.

— Nadie me va a retar o ¿Se hacen pipi antes de competir con GodWinWin? Necesito más tickets.

Miró al chico que alzaba la pistola, tenía una sonrisa arrogante. Hechó un vistazo a la multitud que lo rodeaba, de seguro nadie quería gastar sus monedas en una competencia que de ley perderían, pero RenJun no tenía nada que perder si jugaba contra aquel chico.

— Parece que sí se mean, yo voy.

RenJun sacó dos monedas y las insertó en la maquina.— Esta ronda la pongo yo.

Cogió la pistola, él chico sonrió y comenzaron a jugar.

A RenJun le gustaban este tipo de juegos, tenía buena puntería y de hecho, le ganó.

— ¡¿QUÉ CARAJOS?! ¡ESO ES TRAMPA!

Al chico se lo comieron los zombies y RenJun no lo ayudó a matarlos.

DNYL: FRAGMENTOS DE UN CORAZÓN ROTO. [NCT DREAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora