ℳʏ ℬᴏʏғʀɪᴇɴᴅ σғ ℒɪᴇ ₂.₀ © {ChanBaek/BaekYeol} |ADAPTADA|⚣EXO/YAOI/GAY/BL

Capítulo 10 [THE END/After a few years later happiness]

Esos mejores amigos se convirtieron en novios, luego se casaron de una manera especial, tuvieron a sus dos hermosos hijos cuando estuvieron listos. Sí, ambos estaban prestos para adoptar y así lo hicieron con lucha, además de tener cada quien con sus oficios, una vida metódica y todo lo que siempre soñaron con esfuerzo se cumplió. Todo cosecharon en unión (aún siguen siendo mejores amigos), combatiendo como matrimonio toda la adversidad que le deparaba el tiempo. Su historia quedó guardada; impregnada en la retentiva de un perpetuo e inusitada luz. Hay parejas que suscitan admiración. Lo hacen porque mantienen a flote su compromiso y admiración mutua a pesar de las dificultades, de los años, de las diferencias. Superan cambios, afrontan desafíos siendo ese apoyo siempre indispensable del uno para el otro... Son el ejemplo más claro de que el amor para toda la vida no solo existe, sino que es posible, fin.

ㅡSeñor, Park ChanYeol. ¿Qué te he dicho sobre contarle historias tan cortas a los niños? ㅡle regañó Hyunnie, con su habitual gesto de tener sus manos en sus caderas cuando algo no creía que estaba bien.

ㅡ¿Qué tiene de malo, amor? Además les estaba contando la historia de sus padres. Ellos lo entienden así, no te preocupes.

Baekkie negó con la cabeza frustrado, se acercó a sus niños que tanto amaba para dar sus besitos de buenas noches en ambas frentes de sus preciosos, y adorables pequeños.

ㅡA dormir, niños. Su papá tiene que trabajar mañana. Les prometo que pronto les contaré con detalles exactos de nuestra historia ㅡaseguró el más bajo con una sonrisa en los labios.

ㅡPelu, mami... Nos gustó la historia coltita de papi... ㅡhizo un tierno puchero el pequeño Minki de tan solo tres años.

Su pequeño hijo era el producto de una irresponsable noche con Irene, esta se lo hizo saber a los cinco meses de gestación. Baek se tenía que hacer cargo de todo luego de que naciera para evitar que sea abortado o incluso llevado a un orfanato, fue muy difícil aquella parte de su vida. Al pelinegro le había costado trabajo al principio entender que Byun sería padre y que aquella mujer se llevó una gran parte de su chico, lo cual le hizo sentir una rabia impetuoso. Pero sin embargo, con el tiempo se dio cuenta que estaba errado, era la preeminente disyuntiva. Su hijo tendría todas las características de su amor, por lo cual no le desagradó hacerse cargo también de aquella pequeña princesa que merecía predilección. Sus instintos paternales se activaron, sintiendo esa ilusión y anhelo. Incluso sus padres estaban bien con esto, puesto que querían ser abuelos hace tantísimo.

Cuando nació su primeriso hijo, fueron una familia solida. Sus deseos se dieron de bruces con la legislación de ese entonces, porque deseaban adoptar a una dulce niña. En ese momento la única opción era que solo uno de ellos adoptará, sin que el otro tuviera ningún vínculo legal con la niña. Mucha gente había luchado por sus derechos y decidieron no renunciar a que los dos fueran los padres por segunda vez. Todo cambió con la Ley de Matrimonio Igualitario, que reconoció el derecho de las parejas homosexuales ha acceder a la paternidad conjunta. A los tres años, recibieron la llamada más esperada y llegó a su casa Krystal, una princesita hermosísima. Ambos sintieron un apego instantáneo con su bella hijita de grandes cachetitos. 

Lo más arduo que consideraban de ser padres es que siempre parecía que se podría hacer mejor, que podrían dedicarle más tiempo, que podrían ser el mejor ejemplo, y nunca se dejaban de cuestionarse si eran los padres que sus hijos merecían. Otra de las cosas importantes era encontrar su lugar en la nueva estructura familiar. Porque ya no eran tres, ahora se trataban de cuatro personas. Tener que saber cómo estar ahí, ayudar, dando todo el amor que necesitaban, y encontrar entre los cuatro un nuevo espacio y equilibrio. Es un camino intenso, a veces duro, pero merecía la pena, sin duda. Desde el proceso de enamorarse y formar una familia, era algo completamente maduro. Cuando se convirtieron en padre sus vidas dio un vuelco. Ser padres les hizo sentir con mucha más intensidad, encontrarse con tus miedos, vencerlos y ser más fuerte. Aprender a no pensar tanto en uno mismo, y a relativizar las cosas de la vida. De repente apareció alguien por quien se daría cualquier cosa, alguien que se convirtió en el ombligo de sus mundos. Aprendiendo a administrar sus tiempos, a ser mejores personas, a valorar más cada pequeño rato como pareja. Y sobre todo, la vida cambia porque descubrieron lo que es el amor incondicional, un amor tan grande que no se puede sentir sin ser padre.