LA CASA ESPÍA (Nuevo Futuro)

6- Eclipse

        -Es que no lo entiendo, joder-Mica  golpeó el puño contra la mesa-. ¿Qué cojones le importará a Connor a dónde vayamos?
        -Pues porque somos niñatos y tiene que cuidar de nosotros-le refutó George.

Bruno prefirió callar en lugar de meterse en más conflictos y se limitó a mirar por la ventana. Curioseando el insípido panorama nocturno, contempló cómo Dalila, con paso apresurado, cruzabala verga del cementerio dirigiéndose a la salida. Bruno parpadeó repetidas veces.

        -Pues a la vieja chocha no la cuida.

Los demás chicos cesaron sus murmullos y se acercaron en fila a la ventana junto a Bruno. Perdieron de vista a Dalila cuando esta se adentró en Nuevo Futuro.

        -¿A dónde coño habrá ido la vieja?-Bruno se pasó las manos por el pelo.
        -Pues, ¿a dónde si no?-intervino Louis-. A dónde íbamos nosotros. A por la tumba.
        -¿Muy inteligente tú, no, cara iguana?-Bruno lo miró con cara de repulsión.
        -Bruno-lo riñió su novia-. Louis tiene razón. Dalila va a esa tumba porque será la tumba de su marido el ruso: Irakly. Todo encaja. Es lo que vimos Louis y yo la semana pasada en el álbum de fotos del zulo.
        -El álbum que me robaron-dijo Louis-. Y todavía no sabemos quién.
        -Pero, ¿qué tumba? ¡Allí no había ninguna tumba!-gritó Bruno.
        -¡Sí que había!-dijo Niki- Justo detrás de la loza que pone "Mi técnica de supervivencia". Lo que pasa es que tú estabas más pendiente de Louis y de Celine.

De pronto escucharon la puerta abirse de golpe y se sobresaltaron, pero se apaciguaron al ver a George saliendo de la habitación.

        -Pero, ¿a dónde coño crees que vas, gilipollas, con Connor merondeando por los pasillos?-le reprochó Bruno.
        -¡Me mata la curiosidad, tío!-George ahogó una risa- ¡Tenemos a cientos de cadáveres de monos bajo nuestros pies! ¡Esto está super guay!
        -¡Sí! ¡Está chuli piruli!-Bruno le siguió el rollo con sarcasmo por un momento antes de volver a a ser él-: ¡Tú eres subnormal profundo! Estamos aquí acojonados porque nos van a matar y tú pensando que esto es todo de rolor fucsia con unicornios vomitando arcoiris y que somos los reyes del puto mundo por haber descubierto los monos esos.
        -Tengo muchas dudas, tío, no te enfades.
        -A ver. ¿Qué dudas tienes, criaturita?
        -Si está todo en las cámaras, ¿por qué Connor le permite ir a ella al cementerio y a nosotros no?
        -Chicos-Celine se dirigió hacia la puerta-, solucionémoslo. Vamos ahora mismo a la habitación de las cámaras de seguridad y veámos todas las cintas de vigilancia del cementerio.

Los seis chicos anduvieron con extremado cuidado hasta la habitación deseada. Entraron y se encerraron allí. Celine fue la primera en acercarse al complejo de ordenadores que controlaban todo Nuevo Futuro.
Rastrearon hasta dar con la fecha buscada.

        -¡Mirad!-Louis señaló la pantalla donde aparecían ellos en el cementerio-. Estos somos nosotros. Y al día siguiente, o sea, hoy fue Dalila.
        - No hay más registro-Celine tecleaba sin parar pero era esfuerzo en vano.
        -¿QUÉ?-exclamaron los demás al unísono.
        -Lo que oís. El último registro del cementerio fue de ayer. En cambio, el de Nuevo Futuro sí que aparece.

Se miraron entre ellos sin decir media palabra. El silencio hablaba por sí solo.

        - Lo que me temía. La vieja ha quitado la cinta de hoy para que Connor no la pillase...-George se apoyó en un cuadro de la pared, lo que provocó que la loza que pisaba el chico en aquel momento se hundiese haciéndolo caer al vacío acompañado de un ensordecedor grito por su parte.

        -¡George!-volvieron a gritar todos a la vez aglomerándose en aquel hueco en el suelo.
        -¡Tranquilos!-George se levantó y miró a su alrededor-. No hay mucha altura. ¡Bajad!