La adrenalina corría por mis venas, hace mucho que no hacía esto, y se sentía bien poder hacerlo.
Yo ya había vivido en esta casa, antes de vivir aquí, vivía en un campamento en el bosque, no era mucho, pero las cosas no importan cuando sólo eres un ente, las cosas te pueden afectar, pero no tanto como una persona normal.
Un día después de encontrar a Lucy, en una de mis vueltas ví a una persona que reconocía, Manuel, una persona de la banda enemiga, el era del grupo de los que me asesinaron.
Cuando me vió, con un cuchillo, a punto de acuchillarlo, me disparó, justo en el corazón, si tuviera.
Eso si, comencé a sangrar, aunque no morí, eso lo desconcertó, lo suficiente para darme el tiempo para matarlo y torturarlo, amaba ver esas muecas de dolor en las caras de mis víctimas...
Al llegar a casa estaba malherida, y me desmayé, creo que por la pérdida de sangre, y desperté en una mansión.
Entonces ví esos ojos, que literalmente, permanecían abiertos.¡MIERDA! ¡Lo dejé esperando!
<<Eso debe doler, ¡Demasiado!>>pensé, viendo sus párpados, o, dónde deberían estar...
-Joder, lo lamento, estaba pensando-le dije, luego ví que su intimidante sonrisa se retorcía en una mueca.
¡JODER! ¿¡pero qué hago?! ¡Responderle puta, respóndele!
-¿Quién eres TÚ?-UHH, que bordé sonó, sonaba mejor en mi cabeza.
Me gruñó, seguído de eso me extendió su mano derecha, porque en la otra tenía un cuchillo lleno de sangre.
-Soy Jeff-dijo cortante, casi más que lo que dije anteriormente y ese cuchillo que tenía en su mano.
-Pues, yo soy Melody- dije sobándome la parte trasera del cuello-Un gusto... Jeff-dije, apartando su mano, ¡nadie le gana a Melody!después se movió y me dejó entrar a la casa con ese agradable olor a viseras.
Subí las escaleras, los tentáculos de Slender dejaron a Lucy en paz, al parecer, tiene sangre de Asesina.
Mientras subía las escaleras, me dió un pequeño dolor, parecido a un pinchazo, no le dí importancia y subí por Lucy.
Al parecer estaba bien, y cuando bajé, me dió el mismo dolor en la sien, pero más fuerte y largo.
Sentí como un caliente y espeso líquido se derramaba por mi cabeza, mientras mi vista se oscurecía y escuchaba algunos gritos mientras caía lo que restaba de las escaleras...