Llegó el concierto en el Prat, Alfred marchó corriendo de casa para ver cuanto antes a Amaia, ahora si, ahora si se había dado cuenta de que ya no podría vivir mas sin ella, la quería mas que nunca y no podía dejarla escapar. Todavía no había podido romper con Raquel, pero ya lo haría, el amor de su vida seguía siendo Amaia, su titi. Esto estaba pensando cuando la vio, al principio no sabía bien si eran sus pensamientos o la realidad, lo supo cuando una guapísima Amaia le saludó.-
⦁ hola!!!!
⦁ Dios mío, ¡ha bajado una estrella del cielo!
⦁ Jaja, Alfred, no seas tonto
⦁ Estas guapísima
⦁ Gracias, tu también, te has puesto la camisa que más me gustaba
⦁ ¿Ya no te gusta?
⦁ Si, lo dije en pasado porque bueno... cuando éramos...
⦁ Ya, ya lo sé (La dio un beso en la mejilla que la hizo temblar y a él también)
Todo estaba preparado para el concierto, ese concierto era muy especial, Alfred actuaría en tercer lugar y estaba más nervioso que en ningún concierto, y eso Amaia se lo notó.
⦁ Alfred, tranquilízate, no te he visto así nunca y mira que te he visto nervioso muchas veces
⦁ Jajaja, ya lo sé Amaia mi amor (Aquí le entró un cosquilleo por el estómago a Amaia) pero no sé que me pasa, será mi tierra o... no sé...
⦁ ¡Ay Alfred!, Te toca salir ya, ¿Puedo hacer algo para que te tranquilices?
⦁ Puede
⦁ ¿Qué? (Alfred cogió a Amaia por la cintura y la dio un apasionado beso que duró varios segundos)
⦁ esto, gracias (Alfred se fue para el escenario mucho mas contento, la canción le salió genial)
⦁ ¿Qué té pasa Amaia?
⦁ ¡Ay Aitana!
⦁ ¿Qué?
⦁ Me ha besado
⦁ ¿Quién?
⦁ Alfred
⦁ ¿Qué?, ¿Sí?
⦁ Si Aitana, dios mío le quiero, pero no puedo, no, no puedo, él tiene novia
⦁ Jaja, ya sabía yo que esta gira iba a traer cola
⦁ ¿Qué quieres decir?
⦁ Nada, anda, que tengo que salir a actuar, chao
Amaia y Alfred no se volvieron a hablar ni a mirar hasta que salieron a cantar Camina, hay Alfred le cogió la mano a Amaia y cantó con ella ante su tierra. Las fans se sorprendieron un poco, pero las gustaba verles unidos por fin aunque fuese solo de amistad. Alfred miraba a Amaia, Amaia miraba a Alfred, no podían decirse nada porque estaban cantando, pero agarrados de la mano y con esas miradas se lo estaban diciendo todo ya.
Cuando el concierto acabó todos se encontraban a la salida, tenían que irse al hotel excepto Alfred que se iba a casa. Amaia en realidad no quería que se fuera ya y eso Aitana lo sabía, así que intervino.
⦁ No, una despedida tan rápida no Alfred que hoy ha sido un concierto muy especial en tu tierra, vamos a celebrarlo un poco en el hotel ¿No?, luego ya si quieres te vas a tu casa
⦁ bueno... vale (Amaia se alegró un montón)
En el hotel todos brindaron con champán, tuvieron fiesta hasta las tres de la mañana preparada por el hotel. Cuando ya la fiesta estaba acabando Alfred dijo que ya se tenía que ir para casa. Pero cuando Alfred salía Amaia le cogió del brazo.-
⦁ Alfred ¿podemos hablar?
⦁ Si, claro, ¿Qué quieres?
⦁ Aquí no que nos oye cualquiera, ven a mi habitación un momento
⦁ Vale
Alfred y Amaia subieron a la habitación, Alfred se sentó en la cama y esperó a que Amaia cerrase la puerta y se sentara junto a él para hablar.
⦁ ¿Por qué me diste el beso? No estoy enfadada ni nada, pero... ¿Qué es lo que sientes?
⦁ Amaia lo siento, de verdad... es que... no me pude resistir
⦁ Vamos... que fue un impulso sin importancia (Alfred vio que Amaia ponía gesto de entristecida a la vez que enfadada, aunque ella no quería que se la notase)
⦁ Sin importancia no, los impulsos son causados por algo
⦁ ¿Y por que fue causado?
⦁ Por... por...
⦁ ¿Por qué Alfred?
⦁ Por que te quiero (Alfred se lanzó a Amaia a darla otro beso, después de ese beso, cuando Amaia pudo pronunciar alguna palabra le contestó)
⦁ Alfred, tienes novia, ¿siempre se te olvida?
⦁ No cuando te amo, Amaia, que te amo mas que a nadie en este mundo, te necesito, Amaia.
⦁ Alfred...
⦁ Perdóname, pero ya no puedo vivir sin ti, te lo digo en serio totalmente (Amaia vio el brillo en los ojos de Alfred, el mismo brillo que cuando la dijo por primera vez que la quería, y luego vio una lágrima deslizándose por el rostro de Alfred)⦁ No llores, no llores más (Amaia en esta ocasión fue la que se lanzó a darle el beso a el, beso al que Alfred correspondió, y así, entre beso y beso hicieron el amor, se amaron tanto como necesitaban. Alfred susurraba al oído de Amaia todo lo que la quería y la amaba, y ella también, el tiempo no había pasado durante esa noche, esa noche volvieron a ser Alfred y Amaia... la pareja de siempre)