Dmc: Percy Jackson.

Capítulo 10: La Fiereza Del Fuego.

La fiereza del fuego.

Leo Valdes se encontraba puliendo los últimos detalles de su nueva creación, él y Charles habían estado compitiendo desde que llego, su competencia costaba en lo mas simple, la mejor creación ganaba.

Leo se había estado esforzando en esto, Charles había creado un escudo el cual al ser lanzado volvía a su dueño, Leo bufó-Esa cosa es más bumerang que escudo y a quien engaña le robo esa idea a Marvel-refunfuño Leo-¿Qué estará haciendo Percy ahora?-dijo mientras se imaginaba a Percy luchando contra bestias totalmente poderosas, al pensar eso Leo se sintió como un inútil, Piper le había contado que Percy lo consideraba su mejor amigo.

Eso lo hacía sentir peor desde que llego no había hecho grandes cosas, había dejado que Percy luchara solo. Esa era la razón por la que construía su nieva creación para poder alzar su espada y luchar como Percy-Listo-dijo Leo mientras veía su nueva creación, una espada diferente a la que había en el campamento (AN: busquen la espada de Nero del Devil May Cry 4)

-Es hora de practicar-dijo mientras se llevaba la espada a la arena, no quería que Percy luchara solo, como su mejor amigo no lo tenía permitido.

En el tártaro.

El dios Primordial estaba meditando en su trono, los gigante eran adversarios poderosos, llevaban su sangre eran descendientes que ni consideraba hijos, solo había una familia para Tártaro y esa estaba conformada por Amaterasu, Sally y Percy. Tártaro sabía lo que estaba pasando con Percy, su poder demoniaco estaba saliendo de control y Gaea planeaba aprovechar la situación para sus propios fines.

Si Gaea lograba controlar el poder demoniaco de Percy, solo él podría pararlo pero el problema consistía en que el Dios de los Demonios no alzaría su espada contra su familia-¿Tú también piensas lo mismo?-dijo una voz que hizo que el dios sonriera, después sintió como el peso de otro cuerpo se pegaba al suyo-Amaterasu-suspiro el Primordial para luego mirarla a los ojos y robarle un beso.

-Tártaro-dijo la diosa del cielo entre besos-Se que podemos hacer-dijo mientras separaba sus labios del Dios y lo miraba a los ojos-Tenemos que poner en marcha el plan-dijo la diosa con simpleza, el Dios sabia de que se trataba después de todo ya habían hablado de la situación de su nieto.

De vuelta al Campamento.

Leo estaba sudando, se había matado en el entrenamiento de hoy, se paró para volver a continuar necesitaba esforzarse si algún día quería estar al lado de Percy en una batalla, sin más preámbulos se dispuso a continuar pero no encontró a nadie con quien entrenar todos se habían ido a cenar al comedor, Leo se dispuso a ir-Así que tú eres el mejor amigo de Percy-dijo una voz seria y tranquila.

Leo busco el origen de la voz y se encontró con Tártaro en su forma humana-¿Tú no eres el abuelo de Percy?-pregunto Leo tratando de recordar la descripción que le había dado el ojiverde-Así es Leo Valdes, necesito que vengas conmigo, Percy se encuentra en un gran peligro y tal vez tú seas el único que puedas salvarlo-dijo Tártaro mientras creaba un portal-¿Vienes conmigo?-preguntó.

Leo no dudo ni un segundo empezó a caminar hacia el portal, ambos cruzaron el portal y terminaron en una sala de rodeada por columnas creando un circulo enorme, en el centro de dicho circulo se encontraba una pequeña fuente, Leo la miro parecía una plato de cereal largo y no tan profundo sobre una pequeña columna.

Tártaro empezó a caminar hacia ella, el hijo de Hefesto no tardó en reaccionar y lo siguió-Dime Leo ¿Qué harías para salvar a Percy?-le cuestiono el dios mientras lo miraba a los ojos, Leo respondió de inmediato-Percy es mi mejor amigo, haría cualquier cosa para salvarlo, incluso morir si es necesario-dijo con firmeza.