Me encontraba con Ricky, uno de mis mejores amigos aquí en Madrid y actual compañero de piso.
De momento, vi como entraba por la puerta de la discoteca una rubia, con un pelo rizado y un cuerpo de escandalo.
No de verdad. Estaba buenísima.No pude apartar la vista de ella durante todo su camino hasta juntarse con supongo que sus amigas, las cuáles seguramente la estaban esparando a ella, ya que nada más ver como las saludaba a todas con un pequeño pico, se fueron hacia la pista de baile.
De pronto sentí la mirada fija de mi amigo sobre mí. Me giré despacio con cara de disimulo, como si no supiera que me iba a preguntar y como si no hubiese estado observando a semejante belleza como si no hubiera nadie más en la discoteca.
-¿Qué?- Le pregunté de manera seca, como si la cosa no fuese conmigo.
-¿Que miras tanto? - Insinuó él, sabiendo a qué, o mejor dicho a quién miraba tanto.
-Nada, me habré quedado empanada. - Intentaba disimular, sin mucho éxito.
-Sí ya, pues para no saber que miras ella al parecer si sabe lo que mirar. - Con tono sugerente me señalaba con un movimiento de cabeza, bastante descarado, donde se encontraba semejante rubia.
Ante sus palabras, me giré otra vez para volverla a mirar, y sí, efectivamente aquella mujer me estaba pegando un buen repaso sin ningún tipo de disimulo en su mirada.
- Yo de ti iría.
-Ricky, ¿como voy a ir? Así sin conocerla ni nada. -Dije de manera obvia.
-Pues sí maricona, vas y le hablas, le tiras un poco la caña y seguro que es recíproco. -Dijo sin apartar la mirada de la chica de pelo rizado. -Ni que fuera la primera vez cariño.
-Que no imbecil. No voy a ir así como un baboso a por ella. -Yo continuaba negándome.
-Coño pues voy yo. -Dijo cuando ya se estaba dirigiendo con paso firme hacia la chica.
<<Me cago en to sus muertos. Esque lo voy a matar. Que coño le está diciendo el imbecil este.>>
<<Pero que hacen viniendo hacia aquí, y encima los dos. Pues no que parecen amigos de toda la vida.>>
<<Joder que guapa es ella. De cerca todavía más. >>
<<Si es que para que le dices nada a éste, si es que sabías que no iba a estarse quietecito>>
Me puse a disimular mirando el móvil, como si no fueran esos dos en dirección a mi, riendose y hablando tan normales.
Me sumergo en el aparato y de momento, escucho en un pequeño susurró -Adiós maricona, pásalo bien esta noche, yo no apareceré por casa. Me giró hacia él y me lo encuentro yéndose y riéndose de mi claramente.
Le dedico una mirada asesina, diciendole con ella que ya me las pagará.
Me giro rapidamente hacia mi otro lado y me encuentro a menos de medio metro a la pedazo mujer. Sonriendo de una manera entre dulce y provocativa, más de la segunda forma quizás.
No sabía que hacer y me quedo observando su belleza, sus rasgos fuertemente destacados, la mandíbula marcada, los labios un poco hinchados, unos ojos grandes y una cara perfectamente perfecta.
-¿Que pasa guapa? No me has quitado la mirada desde que he entrado a la discoteca, ¿eh?.
No me esperaba ese comienzo de conversación. No sé, un hola, ¿que tal? o un ¿que te trae por aquí? hubiera sido más fácil de contestar.