II

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Por eso no pude hacer otra cosa que no fuera echarla de mi casa.

No podía arriesgarme a estar así, tan bien con una persona después de tener sexo.

Nunca, pero nunca, dormía con nadie después de follar, bueno, solo con una persona, pero porque fue mi pareja.

Pero ella no lo era y sólo la conocía de una noche, una estupenda noche, pero nada más.

— Miriam, ¿puedes irte porfavor? -Le dije mientras le quitaba mi brazo de su cabeza y me levantaba de la cama.

Cojí otro cigarro, abrí la ventana y me puse a fumar dándole la espalda.

No quería ver su cara después de echarla de mi cama.

Supongo que a nadie le sienta demasiado bien que se le eche de una casa, tan temprano, donde acabas de pasar toda la noche follando con una persona, que aunque me cueste admitirlo, has tenido una conexión brutal.

No me giré en ningún momento.

La oía vestirse. Pasear por la habitación.

— Miriam, no encuentro mi tanga. -Me dijo con un tono de voz muy bajito. Como si me tuviera miedo.

Me giré y la miré con una pequeña sonrisa.

Parecía muy indefensa, comparanda con su faceta de anoche.

Iba con la chaqueta de cuero y el bralette, pero ni rastro de ropa de cintura para abajo.

Pero bueno, no iba a ser yo la que me alarmara, si era yo la que estaba completamente desnuda de cara a ella. La verdad es que yo era muy poco pudorosa en esos temas. No me importaba estar desnuda delante de nadie, y menos de ella.

Pero a ella, al parecer sí, porque se tapaba medianamente como podía para que no la viera tan expuesta, tan vulnerable.

— Coje uno mío. Están en el segundo cajón. -Le dije señalando la mesita de noche que había al lado de la cama. — Por cierto, llámame Mimi, sólo me llama Miriam mi madre. -Le dije mientras me giraba otra vez hacia la vetana.

Oi como se le escapaba una pequeña risa. Y un minuto después, como salía por la puerta.

Me jodió que no se despidiera, pero la entendí.

¿Que iba a decirme después de echarla?









— ¿Que tal maricona? - Gritaba Ricky al entrar a casa.

Portazo.

<<¿Cuando se acostumbrará este niño a cerrar la puerta como las personas normales y no formar un escándalo?>>

Miré la hora.

2 del mediodia.

Y yo todavía estaba echada en la cama con el tanga como única prenda y toda la habitación patas arriba.

Oi unos pasos acercarse hacia mi cuarto y al segundo como la puerta se abría de par en par.

— ¿Pero que haces todavía así? -Me decía alarmado entrando a la habitación como Pedro por su casa. —Mimi que son las dos ya. Yo que venía a recogerte para ir a comer. Bueno por lo menos no habrás comido ¿no? - Gritaba mientras abría las cortinas, volvía a abrirme la ventana, y no paraba quieto de un lado a otro de la habitación.

Night of sex // Miriam2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora