Un mal para todo bien

La leyenda

-descansa bien Deiron- Dijo la niña antes de serrar los ojos y quedar profundamente dormida.
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Zarina se despertó temprano luego de escuchar unos ruidos en su habitación, la misma señora que le había traído la pijama ahora le estaba dejando mucha ropa en un armario.

-Oh, hola niña, qué tal tu noche,-pregunto la señora acercándose a la cama donde estaba la niña, pero está solo se metió más en las cobijas-Jumm-suspiró la señora-Bueno niña mi nombre es Louira y soy la ama de llaves de la casa, si necesitas algo solo dímelo y yo veré cómo arreglo para dártelo.

Zerina observó como la señora salía de la habitación y cerraba la puerta tras ella. Se levantó de la cama y fue directo al armario en el que había dejado la señora unas prendas.

No lo hagas Zerina qué tal sea una trampa y solo te quieran matar, la curiosidad mato al gato-Dijo una voz en su cabeza, ella la conocía muy bien, esa voz, su conciencia con nombre propio Keyomi
Ya Keyomi yo no soy un gato, ademas qué tal si sea ropa bonita, vi que la señora traía mucha ropa rosa y yo adoro el rosaaaa-contestó la niña a su conciencia

Sin perder más tiempo la niña abrió la puerta, quedó en shock nunca había visto tanta ropa en un solo lugar, desde pillamones hasta grandes vestidos rosados, ¿todo esto será para Mi? Se pregunto la jiña muestras contemplaba tan grande armario.

~toc toc toc~ la niña volteó a ver inmediatamente la puerta

-Zerina ¿estas acá?-pregunto una vos ya conocida para la niña.
-Si... si estoy, pasa- contestó la pequeña mientras cerraba rápido el armario para que no la vieran, pero no contaba con el ruido que este iba a hacer.
- ¿Que fue ese ruido Zerina?- pregunto Tahira entrando rápido a la habitación y viendo como la niña jugaba con sus manos temerosa.-ohh, veo que ya viste la ropa que te trajo la nana- Dijo mientras colocaba una de sus manos en la cintura y espesaba una media sonrisa mirando el armario cerrado

-Si... está... está todo muy bonito¿es para mi?- pregunto la niñita aun sin levantar cabeza y jugando con sus manos.
-¿Y para quien más va a ser?¿acaso vez a otra niña por acá?-Resopló Tahira mientras rodaba los ojos- Mejor ve a bañarte yo te escojo la ropa. Pero anda rápido que no tenemos todo el día, ademas yo tengo hambre y mi mamá no me sirve la comida hasta que no llegues-bufo algo molesta mientras le pasan una toalla amarilla a la niña.
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>ZERINA<

-Ohh, este vestido está muy bonito-contemple el vestido un poco, era un azul marino con mangas  y descubierto en los hombros, me llegaba más o menos hasta las rodillas, era precioso Tahira también me había dejado Una bañeras en los pies de la cama las bañeras eran negras con un moño en azul marino, combinaban perfecto.
Termine de cambiarme y me di cuenta que en la mesita que había al lado de la cama había una loción, me la aplique, era algo dulce pero muy fuerte. Salí de la habitación y vi a Tahira que venía a mi dirección con cara de pocos amigos, me dio miedo en ese instante.

-Hasta que por fin te dignas a aparecer, que no entiendes QUE ME MUERO DE HAMBRE- Me dijo en tono muy molesto yo solo caminé tras ella evitando que mis lagrimas salieran- apúrate, ve y saluda Goure él es el entrenador de Xerhon .
Le hice caso como me indicó y fui a saludarlo

-Ho...Hola, mi nombre es Zerina, es... es un gusto- dije mientras extendía mi mano para que el la recibiera y fuera algo formal.

Era un tipo apuesto, de tez blanca cabello castaño algo rosado que le llana al cuello, traía puesto un traje como de combate todo tipo camuflaje, es lago raro
-Hola Zerina yo soy Goure, pero puedes decirme tío Gou- respondió al estrechar la mano

Zerina, este sitio no me da buena espina, deberías buscar la forma de irte -oh no, la volví a escuchar, ella, su voz, me atormentaba, podía parecer tierna pero no, era un demonio
-no tengo a donde ir y lo sabes, ahora teníamos un trato a no ser de extrema urgencia tú no me hablabas - ella me fastidiaba desde mis 6 años, era insoportable, siempre me pedía hacer cosas en contra de las reglas, solo Deiron sabía de ella.
Deiron, como estarás sin mi Deiron

Tome asiento junto a Tahira, poco después llego Xerhon, me miro mal no sé qué pasa con él creo que no le caigo bien nada más el primer día no me saludó

Luego de un rico desayuno Tahira ya estaba de mejor humor me dijo que tenía una noticia para darme y me llevo a una habitación de puerta dorada.
>TAHIRA<
-Zerina no te quedes hay entra- ohh esta niña si que me sacaba de quicio, lastima que mi nana me tuviera amenazada con no darme comida o sino ya la habría encerrado en la torre sur- Entra rápido
- wooo, ¿que es este lugar Tahira? - e una pregunta útil de esta niña, y como no, estábamos en la sala dorada, ella era mi elegida tenía que tener un arma de combate y no por tener ocho años se va a salvar del entrenamiento.
-Veras Zerina, está es la Sala dorada, aquí tendrás que elegir un arma , la que quieras- dije señalando cada estante que había- Hay desde navajas de pelar hasta espadas, arco y flecha, arma de fuego, escudos, hay de todo niña, y más de lo que puedes imaginar TU tendrás que escoger una de esas arm..-no me dejo ni terminar cuando ya me está interrumpiendo
- ¿Y esa que está ahí también la puedo escoger?- Me dijo señalando una vitrina de vidrio con marco dorado, está niña si que tenía ambiciones, jajaja señalaba la vara del infierno, nada mas la verdadera descendiente de la oscuridad podría cogerla y usarla.
- Esa, jajaja, Mila por favor, esa es la vara del infierno, solo el descendiente del rey del inframundo la podría usar, y los únicos que la han usado son hombres, así que, es un linaje masculino el que la usa.
-¿El.. el rey del inframundo? - valla ya asuste a la niña solo con decir inframundo jajaja
- Si, la leyenda dice que era el rey más poderoso, su palacio todo el inframundo, todos le temían, era el más poderoso de todos, el tuvo una hija, muy temida también, pero se enamoró, y dejó de hacer el mal para hacer el bien, el rey se puso muy bravo y los mató a los dos, lo único que quedó de ella fue esos nudillos de Plata y de hierro, forjados en el mismo inframundo, , nada los puede destruir, así como nadie se los ha podio colocar, nadie tiene la fuerza necesaria aunque sea para levantarlos- dije mientras la guiaba a una caja de Plata con un cristal en la parte superior donde estaban los nudillos de la princesa
-Que triste, ella no se merecía eso, solo... solo se enamoro- ummm, que niña tan ingenua.
-Si si si mejor escoge qué arma quieres

La vi cómo recorría cada una de las vitrinas y cada uno de los estantes, hasta que por fin se detuvo frente a uno, valla, esta niña va a tener arto carácter donde aprenda a manejas bien esa katana, era de mango rojo con negro, y en todo el hilo unas letras en idioma antiguo •Morirá el que toque mi filo•
-cuidado niña, no le toques el filo es venenoso, un solo corte y tienes tres segundos antes de morir