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Problemas Familiares. Todos los tenemos ¿no?, ella obviamente tenía los suyos y sentía la necesidad de ayudar a resolverlo.
Quería estar allí para ella, en cualquier momento. Feliz o triste, quería ser parte de sus días. ¿Alguien podía entenderlo?
Me llene de valor y apenas salí de clases fui a su casa. Estando ahí en medio de sus guaruras enormes, sentí la necesidad de salir corriendo. Pero estaba ahí para asegurarme que está bien.

-¿Qué se le ofrece señorita?
-Ven... Vengo a ver a Valentina.- dije tartamudeando.

-Nunca la habíamos visto por aquí. ¿De dónde la conoce?

-Estamos juntas en una clase y le venía a ayudar con la tarea.

-Lo siento, no puede pasar. no se nos notifico que vendría.

-Pero es que yo quiero...- dije antes de trabarme. ¿Qué pensabas? probablemente ni siquiera te ubica.

Ojos de marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora