Tipo: Cariñoso.
Advertencias: Ninguna.Derek no recordada nunca haber dicho tantas veces el número tres junto a una larga lista de pasos a seguir.
Nunca tanto como lo estaba haciendo en ese justo momento enseñándole a su pequeño Elm cómo debía cepillarse y cuántas veces hacerlos.
- Enton... ¿tes veces al ía? - pronunciaba con dificultad el pequeño tomando con fuerza su cepillo de Batman, un claro obsequio de su papi Stiles.
- Sí, cielo, tres veces al día después de cada comida.
- Hata después de os dulces?
- No, amor, ahí no.
- Ahm... - dudaba el pequeño con el cabello del color hermoso de su esposo. El cual, si no estaba mal, ya debía estar allí junto a Talia, su bebé de un año.
- Amor, ¿puedes alcanzarme un pañal para Tal?
- Voy. - aceptó imitando el movimiento de cepillado al pequeño Elm para que este comenzara con el vaivén sencillo del cepillado. Se encargó de alcanzarle el pañal a su esposo y se quedó embelesado viendo la habilidad con la que este se lo ponía a la niña que reía ante cualquier gesto o movimiento del ojimiel.
Demonios, cómo los amaba.
Ese castaño lo había hecho el hombre más feliz con aquellos ángeles que ahora significaban la mitad de su vida, pues la otra era el chico que los había traído al mundo.- ¿Cómo va Elm con eso? - preguntó Stiles dejando a la bebé en su cuna y caminando al baño donde estaba su otro hijo con el cepillo barriendo toda su nariz.
- Como ves... no muy bien. - bufó y reacomodó el elemento en su lugar; la boca del niño. - Elm, bebé, tienes que limpiar estos de aquí. - señaló los tres dientes superiores que el niño presumía siempre y los dos inferiores que le parecían feos, en sus propias palabras.
- Los mismos dientes de conejito que tu papá. - suscitó alegre el menor desordenando el pelo del pequeño. - Esos dientitos son los que tienes que limpiar, como si fueran diamantitos, cielo, así te brillarán muy bonito.
- Meno papi, e que papá Erek no me quiee da crema. - culpó y Derek abrió los ojos indignado cargando al niño y frunciéndole el ceño, de la misma forma en la que el niño le fruncia el entrecejo de regreso.
De tal palo...
- ¡Te comes la crema! - regañó viendo las sombras de sonrisa en el rostro del menor. - ¡Y la crema no se come!
- ¡Sabe icooo!
- Es verdad, sabe muy bien. - dijo Stiles con rastros de crema en sus labios. - Sabe muy, muy bien, quiero de esta crema para mí, Derek. - pidió haciendo pucheros y el pelinegro no pudo evitar reír.
A veces su Stiles parecía adoptar la actitud de los bebés y se quejaba como uno o tenía caprichos como ambos.
- Te daré una luego, amor.
- Uh. - sonrió coqueto el ojimiel gruiñando el ojo. - Elm, ¿te vas a cepillar bien sin comerte la crema? - dudó apuntando con un dedo al niño que hizo un puchero y sacó la lengua.
Amaba a sus hijos tanto como amaba a su esposo.
Derek podía ser gruñón, descuidado y algo quisquilloso con los deberes de padre, pero, sin duda, lo hacía de maravilla.
Sacaba la fuerza de donde no la tenía y cambiaba pañales sucios, sacaba la paciencia de no sabía dónde pero bañaba y vestía a los niños con una delicadeza de admirar, y, como en ese momento, sacaba el amor y la tranquilidad de su corazón para enseñarle a un pequeño, por tercera vez, cómo debía cepillarse sin comerse la crema y sin lavarse la nariz en vez de los dientes.Esos dientes de conejo que heredó el pequeño Elm. Nombre proveniente de la contracción de Erasmo y que describe a un hombre sabio, reflexivo y perspicaz. Y sin duda su Elm lo era, justo como su padre pelinegro. Aunque lo perspicaz era suyo, y lo sabio, y todo.
- Bien bebé, ¿entonces?
- Te veces a ía. - repitió en coro a Derek que sonreía de oreja a oreja. - In comese la crema.
- ¡Ese es mi Batman! - gritó alegre dando pequeños saltitos con el niño que no dejaba de reír y aplaudir en sus brazos. - Lo hice, Sti, le enseñé que es tres veces al día.
- Muy bien mi Sourwolf, pero...
- ¿Uhm? - musitó guardando los implementos en su lugar mientras Elm se metía un dedo a la boca con crema color celeste a escondidas de su padre ojiverde.
- No es lo que único que viene tres veces.
- ¿Qué? No te entiendo amor.
- ¡Te veces a ía! - gritó Elm. El llanto de Talia no se hizo esperar ante el alboroto. La bebé quería amor, necesitaba que le dieran su atención.
- Que... no será lo único que tendrá tres.
- Habla claro cielo.
- ¿Te cepillas tres veces al día?
- Sí.
- Pues ahora tendrás tres bebés a los cuales cepillar contigo.
- ¿Tres beb...?
- ¿Sorpresa? - exclamó Stiles riendo y viendo a Derek saltar con sus dos bebés en brazos. Gritando al infinito cuán feliz estaba y lo mucho que deseaba tener a los tres en brazos.
Porque claro, a Stiles ya lo tenía... y lo tenía en el corazón, en lo más profundo de él.
Por siempre y para siempre
Su más valioso amor, su más preciado logro - pues enamorarlo fue todo un caos. Pero eso... eso era una historia aparte.
Y así es como se empieza otra fic teniendo mil más jajaja.
Lo bueno es que son OS así que puedo escribirlos rápido, tengo muchas ideas random.
¡Pero! Si tiene alguna, no duden en escribirmela y yo con gusto se las hago OS.
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STEREK - ONE SHOTS.
FanfictionHistorias random sobre los dos seres más hermosos de la tierra. Situaciones y lugares en donde nunca pensaste leer Sterek. Créditos al autor del fanart. ❤