Sobre fetiches y más.

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Tipo: Random.
Advertencia: Se nombran partes nobles.

Stiles Stilinski se consideraba un chico normal. Un poco nerd y debilucho, pero sobre todo un paliducho. Su cerebro era su fuerza y su inteligencia su ejercicio.

Vivía de ello, literalmente. Ganaba dinero haciendo trabajos o proyectos a estudiantes que definitivamente no tenían o el tiempo o la capacidad intelectual.

Nunca pensó que un día su puerta sería golpeada por Derek Hale. El tipo era un as en los deportes, era una delicia para el ojo verlo jugar básquet, igualmente béisbol. Pero no era tonto, Stiles lo sabía. Y lo sabía puesto que un día lo observó mientras este hacía ecuaciones y escritos realmente buenos. Tenía fallas, sí, pero era muy bueno en el dibujo y en la producción textual. Varias fueron las veces en las que Derek regresó al piso de Stiles buscando que le hiciera trabajos de matemáticas con explicación incluida, siempre disculpándose porque necesitaba que lo acompañara a algún lugar; como su casa, el parque, un restaurante; pero siempre fuera y con disyuntivas temáticas que involucraban sus vidas personales.

Pero como había dicho, Derek no eran un tonto, sin duda no lo necesitaba para el trabajo que le estaba pidiendo; un ensayo.

- ¿Un ensayo?

- Sí. - respondió. - No se me dan muy bien y... me dijeron que tú podrías hacérmelo. - dijo y carraspeó. - El ensayo.

- Sí, entendí. - musitó dubitativo el chico blanquecino. - Sí, está bien.

- Pero... hay una cosa que... tengo dos problemas.

- ¿Sí?

- El ensayo es sobre mí y mi familia... así que creo que debes hablar conmigo para eso y... bueno yo...

- No tengo problema con eso, es solo que entonces no hablamos de un ensayo.

- ¿No?

- Es una autobiografía. - rió. - Y está bien, hablemos entonces, pasa.

- Uhm... Ahí está el segundo problema. - señaló. - Tengo que asistir al entrenamiento. - rió.

- Bien... pues iré contigo y mientras haces... esas cosas... me vas hablando de ti y de tu familia.

- ¡Excelente! - exclamó. - Te veo abajo en diez, iré a cambiarme.

El chico no esperó más, corrió por los pasillos y desapareció por las sombras de los umbrales. El menor no pudo hacer más que reír e ir por sus cosas. Papel, lápiz y borrador sería suficiente.

Entonces supo que Derek le pedía ayuda por falta de tiempo. Y estaba bien, después de todo el chico debía llevar una vida muy pesada con tantos deportes.

(...)

Stiles no lo había pensado y se arrepentía. Se arrepentía de sobremanera y su corazón palpitaba a una velocidad animal queriendo matarlo de un ataque cardiaco. Su respiración era irregular y sus piernas fallaban como su habla.

- ¿Todo bien? - preguntó el moreno una vez vio llegar al castaño al sitio de encuentro.

- S-sí. - pero no, nada estaba bien.

Stiles podía ser muy aplicado, muy paliducho y debilucho, pero algo que tenía, eran fetiches.

Freud decía que los fetiches nacían de la primera imagen que se cruzaba por la vista del humano una vez se daba cuenta que la mujer no tenía pene y el hombre sí.

Si las cosas eran así, pues él vio muchas cosas ya que fetiches tenía de sobra.

Y ese chico, Derek Hale, era todos sus fetiches en uno.

STEREK - ONE SHOTS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora