Amanda Dineratti es tan bella que puede superar la gran belleza de Afrodita , Hera o Atenea.
Pero por más bella que sea la flor más venenosa puede llegar a ser. Y esta flor guarda muchos secretos y un oscuro pasado.
Y para salir de ese oscuro pasado...
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•Amanda.
Bajo lentamente las escaleras de mi casa , hoy es mi segundo día de clases, llegó hasta la cocina y veo a la señora flor, bailaba al ritmo de una música latina.
No recordaba bien pero tal vez era regueton.
La señora flor era latina, venia de América del Sur , exactamente de República Dominicana. Su piel era morena y era un poco gorda pero con una belleza exótica, como toda latina. Su cabello negro tenía rulos muy bien definidos y caían por toda su espalda hasta el trasero (envidia pura señores , envidia pura) y sus ojos , aunque tenia un poco de arrugas por la edad , eran de un hermoso color verde.
Ella en su juventud cuidó a mi padre cuando era un niño , mi padre encariñado por la mujer , la contrató para cuidar de mi y mi hermano Joey, también cocina, pero nadie se compara con el sazón de ella.
Lentamente me acerque a ella y la abraze por la cintura , asustando la un poco , y regalándole un beso en la mejilla.
–¡Buenos Días mi hermosa latina!
–¡Buenos Días mi gringa loca!.
–Todavia no entiendo por que nos dicen gringos – dije frunciendo el ceño.
Ella solo se encogió de hombros , caminé hasta el comedor y me senté en la silla , en eso escuche unos tacones que venían dirigidos a la cocina, suspire rendida , por más que la amaba , la quería lejos de mí.
–Buenos Días – escuche la voz de mamá en mi espalda.
Flor suspiró y negó , se dio la vuelta y le dio una sonrisa forzada, mamá no era querida aquí. La pregunta era... ¿por que sigue aquí?.
–Buenos Días señora.
Me gire y vi que Ellie me miraba fijamente, esperando que le respondiera pero ni eso se merecía, ella había roto mi corazón. Me levante y me dirigí a mi cuarto a esperar a Eveling pero antes de cruzar el umbral de la puerta me detuve por su voz.
–Ni a mi me alegra ver tu cara en la mañana.
Las lágrimas querían salir de mis ojos , intenté detenerlas pero fallé, me giré y le di una de mis miradas frías y las palabras salieron sola:
– interesante, cuando la que se tiene que ir eres tú de la casa , por que solo traes desgracias a la familia.
Salí de la cocina sin mirar atrás,siempre se dicen que es un chico el que lastima tu corazón, en mi caso fue mi madre.
