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Ese día Hoseok estaba saliendo de la clase de baile para ir a comer algo, los niños eran encantadores pero muy difíciles de controlar a veces siendo tan pequeños. Iba a salir hacia su auto por algunas cosas cuando algo llamo su atención.

Los niños tenían prohibido acercarse a la reja del estacionamiento, era una regla que todos acataban, entonces ¿Por qué Min Jihoon estaba ahí? Y peor aún con él. Su cuerpo comenzó a reaccionar al conocido hombre, ya no era un niño este ya no podía intimidarlo y aún así sentía como su corazón latía con fuerza, las ganas de tomar al pequeño y sacarlo de ahí se hicieron presentes.

-¡Jihoon! -llamo mientras se acercaba

El niño se volvió de inmediato y corrió hacia su maestro -Hobi hyung -dijo con una sonrisa inocente

-No debes estar aquí, ve con tus compañeros -dijo con dulzura

Jihoon asintió y se volvió para despedirse agitando la mano del hombre quien hizo lo mismo, después salió corriendo al patio de juegos. Hoseok se acercó a la reja

-No debe estar aquí -dijo con dureza

-Irónico que seas el maestro de mi nieto Jung -respondió con calma sin borrar esa sonrisa cínica en su rostro

-Sea lo que sea que tenga que tratar con Yoongi, no tiene derecho a acercarse al niño, no me importa quien sea y su maldito poder, mientras el niño este aquí esta a mi cuidado, agradece que no llamo a la policía SuHo, porque te juro que las ganas no me faltan

Min SuHo asintió sin borrar la sonrisa de su rostro -Tranquilo muchacho sólo quería ver la forma en que había crecido, me iré

Hoseok no respondió, en vez de eso dejo que el hombre se fuera, su mente estaba en blanco sin embargo sabía exactamente lo que tenía que hacer, salió disparado a la oficina del director, iba a gritarle a algunas personas por descuidadas.
















Yoongi se había esperado todo, pero jamás aquella llamada, escuchar la voz de un viejo amigo, pareja y conocido le había revuelto el estómago con fuerza, sobretodo al momento en el que dijo que tenían que hablar de Jihoon, su hijo era todo lo que él más quería en ese mundo así que no dudó en presentarse en esa academia de baile donde Hoseok trabajaba por las tardes.

-Buenas tardes, busco a Jung Hoseok

La recepcionista le miró con una cada de orto y le indico una puerta, ni siquiera le dio las gracias, paso de largo hacía aquella oficina donde entró

Al principio cuando había recibido esa mañana se preguntó de qué manera vería a Hoseok después de años, pensó que habría rivalidad entre ellos por lo sucedido así que pensaba en tomar sus precauciones, sin embargo, no de imagino que este le recibiría con una enorme sonrisa, esa que recordaba bien de sus años de aventura cuando su amistad era fuerte justo antes de que cometiera el error de aceptar una relación con él a sabiendas que jamás podría corresponderle de la misma manera. Su amistad terminó mal y eso era algo que se reprochaba internamente.

-Hola Hoseok-dijo ingresando en la oficina.

Era muy diferente a lo que recordaba, sus gestos eran un tanto más maduros pero seguía teniendo aquellos ojos brillantes, llenos de vida.

-Hola Yoongi -dijo amable -Puedes sentarte

Se sentó frente a él -Vaya Hoseok te convertiste en lo que juraste destruir...en un oficinista

El nombrado rió -Es por unas horas solamente -bufó -Tú eres quien se ha convertido en todo lo que repudiaba, un padre de tres con salario mínimo

La Lenteja Y Las Cerezas *Yoonmin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora