Capitulo I

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Era un día normal como cualquier otro,en estos últimos días no ha surgido algún caso problemático con los demonios,todo parecía estar en paz...tranquilo y....con hambre

Dante:veré si me pueden fiar otra pizza

Justo antes de tomar el teléfono para llamar a aquella pizzería que tanto amaba,el teléfono suena,provocando que pausara el acercamiento de mi mano hacia aquel objeto, me resigne soltando un suspiro y sin más rodeos respondí la llamada

-¡Devil may cry!-

"Je....¿Quien iba a pensar que está sola y única llamada sería quien pondría mi mundo de cabeza? Todo cambio después de esto..."

Si no fuera que habría tenido el teléfono algo lejos de mi oído tal vez me habrían jodido el tímpano, una voz femenina bastante aterrada fue la quien había llamado

"Porfavor ayúdenos! Estamos en peligro!!! Hay demonios donde quiera"

La voz tan apresurada de la mujer y los gritos de fonto de las personas con sumo terror me hicieron levantar de mi asiento, no era algo que me convenciese hacer por el mal dia que había tenido, pero esto era ya urgente,vidas ahora estaban siendo arrebatadas injustamente

-¿Dónde es el lugar de los hechos?- pregunte

"Acaban de inaugurar la cafetería de los Hernández, ¡ciudad red grave! está en...¡Aléjate de nosotras criatura repugnante!"

"¡Tu sangre! ¡¡Tu sangre es dulce!! ¡¡¡NECESITO TU SANGRE!!!"

"¡AYÚDANOS!"

En la llamada,se escuchó el como dejo caer aquel teléfono al suelo,la llamada seguía en pie,pero solo podía escuchar los gritos de agonía de las personas, inmediatamente colgué y me cargué mi gabardina roja junto con mis más preciadas armas... Ebony, Ivory y rebellion en compañía.

-Bien, eh escuchado sobre un local que iban a inaugurar en red grave así que,no es difícil localizar la dirección- me fui a prisas hacia aquel lugar,lo que menos deseaba era que más vidas humanas fueran asesinadas.

No fue mucho el recorrido,pues no era un lugar lejos de casa,pero tampoco era cercano a está, mientras más me acercaba al lugar veía cada vez más a personas correr hacia mi dirección contraria,todos tenían una cara de horror y otros tenían su vestimenta manchados de sangre por la razón de que habrían sido testigos de los asesinatos, cada vez me fui acercando más y más hasta qué...me quedé en un lugar desolado,no había más gente alrededor más que cadáveres.
Me detuve en ese momento y dirigí mi mirada hacia aquella cafetería de los Hernández, el lugar estaba hecha como toda una completa película de terror...todas las ventanas estaban rotas con rastro de sangre, pues personas desesperadamente trataron de salir del lugar, sangre....mucha sangre donde quiera en este lugar, supongo que ya se de qué clase de demonio se trata
Comencé a dar caminata con el propósito de entrar, al hacerlo vi que todo por dentro estaba destruido, incluso parecía un cementerio, me sorprendio ver la cantidad de cadáveres en tan solo unos pocos minutos,seguí con mi camino...claro que con el cuidado de no pisar los cuerpos de las personas,logré llegar hacia la barra de bebidas y allí se encontraba el teléfono colgando,puesto que el cable era quien lo mantenía conectado, instintivamente lo tome y lo coloque en su respectivo lugar.

-Esos demonios debieron de haberse escapado,podrían estar regados por toda la ciudad- me crucé de brazos viendo la escena que tenía justamente en frente -bien! Esos demonios no se cazan solos-

Antes de dar un paso más antes de marcharme de este local,sentí como alguien me tomo fuertemente del pié, rápidamente retiré a Ebony de su estuche y apunte hacia quien me había frenado, pero....

-Que gran alivio....si viniste, Dante- aquella mujer, la vi con detenimiento,su color de cabello rojo como la sangre y sus ojos de color verdes,su angelical rostro...

-¿¡Elizabeth!?- en cuanto la reconocí enfunde nuevamente a ebony, hace tiempo que no la veía

-Cuánto tiempo ¿Verdad?....ya te extrañaba- comenzó a tocer fuertemente y de esta salió sangre -porfavor ayúdale-

-Venga,que te llevaré al hospital más cercano- me incline para tomarla entre mis brazos pero ella se negaba

-No,no me ayudes a mi,ayudala a ella...a nuestra pequeña Charlotte...- Ella lentamente se fue recostado boca arriba,ahora mismo entendía el porque estaba bocabajo con una cobija envuelta

-¿Pero que?- estaba sumamente sorprendido y confundido a la vez

-Yo ya no tengo salvación,me han dañado gravemente y...ya no me queda mucho tiempo- desenvolvió a la pequeña criatura que tenía en sus brazos,tenía el cabello albino como el mío,una piel muy blanca, casi como la nieve,se veía muy tranquila al lado de su madre -necesito que la protejas con tu vida, así como yo... -aquella tos nuevamente con sangre no la dejaba hablar mucho -así como yo lo hice con ella...porfavor... llévatela,criala y asegúrate en guiarla a un buen camino y futuro- dijo mientras me entregaba aquella pequeña criatura entre mis brazos

-Elizabeth, yo...- sinceramente estaba en shock, ¿Yo....con una hija!?

-Recuerda bien su nombre, Charlotte....solo así te hará caso, si es que no para de llorar tienes que mecearla....le gusta que le canten...que le hagan piojito para poder tomar un buen sueño y en casos para que no se sienta que está sola ,que la lleven a pasear un fin de semana a su parque favorito....que la llenes de juguetes en uno de sus rutinarios baños....sobretodo que....la hagas sentir especial- Esto último hasta a mí me llegó al alma, Elizabeth estaba llorando mientras mantenía una gran sonrisa,recordando todos aquellos buenos momentos que pasó con la pequeña Charlotte,sus enormes ojos cristalinos llenos de lágrimas,su gran nudo en la garganta que apenas podía pronunciar sus palabras....le era difícil....despedirse....

-Elizabeth-

-Dante! Promete protegerla en todo momento,no dejarás que ningún maldito le haga daño, ella es nuestro más grande tesoro- me miraba con súplica

-Te lo prometo Elizabeth,nada ni nadie le hará daño, la criare mediante tus espectativas,partiras tranquila porque...a esta pequeña no le van a tocar ni un pelo- Dije con decisión y tristeza a la vez, pero esto último no lo quería hacer notar

Hubo un momento de silencio en el lugar, Elizabeth me veía con amor y gran confianza...
Ahora lo recordaba, ella era diferente a otras mujeres que había tenido mis aventuras
Elizabeth era alguien fuerte,valiente,segura de si y se hacía respetar, todo eso de ella me atrajo en un pasado hasta que...

-Gracias....- agradeció antes de dar su último respiró....a pesar de haber fallecido,su rostro se mostraba con una leve sonrisa, se había ido en paz,con la seguridad de que cuidaría a Charlotte con mi vida.

-Te deseo buen viaje...Elizabeth-

"Después de esto, mi vida cambió completamente..."

La hija de Dante Sparda [ Devil May Cry ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora