Entre flamas y estrellas.

🔥O3 - Perdido

Palabras: 633

Línea temporal: Final de los Grandes Juegos Mágicos, luego de detener el proyecto Eclipse.

Géneros: Drama, Motivacional, Romance.

Descripción: Las promesas no son algo que se haga a la ligera, sin embargo, el miedo a la perdición y el amor que crece en el pecho de Natsu es lo que lo impulsará a realizar una.

Disclaimer: Fairy Tail es propiedad absoluta del mangaka Hiro Mashima.

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—Lucy...— Natsu llamó a su compañera rubia en la mitad de la noche del 7 de Julio, luego de que con ayuda de todos los gremios y principalmente, de los siete poderosos Dragon Slayer, derrotarán a la versión futura de Rogue y destruyeran todos sus maléficos planes.

—¿Qué ocurre Natsu?— Preguntó con un tono de voz neutro pero sobretodo, inundado de tranquilidad.

—¿Crees en las promesas?— Cuestionó acercándose hasta ella, ambos se encontraban en la enfermería del estadio de los grandes juegos mágicos, ya que el reíno se había decidido a prestar todos los establecimientos para poder atender a los heridos en la batalla. 

—Depende de quien la haga— Contestó mirando al tejado —¿Porqué la pregunta?

Cuando Lucy le miro con sus hipnotizantes ojos marrones, no pudo evitar sentir un nudo en su garganta.

—Quiero hacerte una promesa de vida— Natsu se sentó en la misma cama donde reposaba ella. El rostro de Lucy solo demostraba el creciente pasmo que estaba sintiendo en ese momento gracias al misterio que estaba generando el pelirosa con sus palabras.

—¿Una promesa?— Lucy inclinó su rostro. —¿A mi? ¿Porqué?

Natsu compartió su mirar con el de ella e inmediatamente frunció su ceño, buscando demostrar la fuerza que en ese momento sentía que le faltaba. —Porque... porque no voy a soportar el perderte de nuevo.

Heartfilia le miro con cierta aflicción; Sabía a lo que Natsu se refería, sabía a la perfección el dolor que estaba sintiendo en ese momento.

—Natsu... yo...

—Escúchame por favor.— Natsu entrelazó sus manos con las de ella. —Sé que no soy la persona más inteligente que conoces y que soy un idiota sin causa ni remedio pero... te lo juro, te prometo que te protegeré hasta el final de mis días— Mencionó agachando su cabeza.

Lucy no pudo evitar el tratar de deshacer ese nudo que se estaba formando en su garganta, y sin darse cuenta, unas cuantas lágrimas comenzaron a derramarse de sus ojos.

—Gracias por siempre estar para mi cuando más te necesito, aunque no siempre pueda devolverte el favor— Musitó Lucy sonrosada mientras lloraba. —Te prometo que yo también veré por ti, no quiero que nada malo te pase nunca y no quiero verte llorar como lo hiciste hoy...

Lucy acortó la distancia de sus cuerpos y se extendió hasta él para darle un abrazo fuerte y cálido, en el cual estaba desahogando el dolor de haberse visto a si misma sumida en la perdición; De haberse visto a si misma morir tanto metafórica como literalmente y de haberse dado cuenta de que sin ninguno de sus compañeros y especialmente, sin Natsu, su vida se resume en la miseria.

—No sé que haría sin ti— Dijo mientras hundía su cara en el cuello de él.

—Y yo sin ti— Natsu correspondió a su abrazo con mucho cariño y de igual manera, con mucho dolor en su corazón. —No importa cuantas veces más tenga que decidirme a quemar el destino, yo siempre te voy a proteger.

La respiración irregular de Lucy comenzó a regresar a la normalidad luego de escuchar las palabras de su fiel mejor amigo, del cual nunca se iba a arrepentir de haber conocido aquel día en Hargueon, el mismo día que descubrió que la esperanza hecha persona existía y que sin duda, le hacía la persona más feliz sobre el planeta.

Natsu de igual manera se relajó, dejándose llevar por el aroma que tanto adoraba de Lucy y que temía volver a perder, por que aunque su pecho estuviera lleno de valentía y pasión por sus camaradas, se dio cuenta de que sin la presencia de esa chica en su vida probablemente nada volvería a tener sentido, por más cursi que suene viniendo de él.

—Te quiero mucho Lucy

Por que si existiera un mundo diferente en el que no se tuvieran el uno al otro todo estaría perdido.

—Y yo a ti mucho más.