El verdadero significado del amor//MysterySpider

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Los pasos de Quentin Beck resonaron por toda la mansión Rogers-Stark, la elegancia natural y seguridad en si mismo no lo dejaba pasar desapercibido por todos los invitados del temible Hydra y su esposo SIM.

—Señor— un mesero le acercó un poco de champagne.

El hombre no se hizo del rogar y tomó la copa, en donde bebió lentamente el contenido, disfrutando del sabor que este le producía en su garganta. Cerró los ojos, disfrutando del vals que la orquesta estaba tocando, las notas de la canción hacían vibrar su corazón, además de que hacían volar su imaginación, su mente no dejaba de pensar en como se sentirían las manos suaves y delicadas del menor de aquella familia: Peter Rogers-Stark.

Al adolescente, lo había conocido cuando sus padres lo habían llevado al colegio, él acababa de dejar a sus tres hermanos en el mismo plantel y al toparse con aquellos ojos cafés, sintió como todo a su alrededor desaparecía. En ese momento solamente existían él y aquel bello castaño. Aunque aquella burbuja de felicidad le duro poco, puesto que uno de los guardaespaldas del menor, lo alejó de Peter.

Pero ahora, gracias a sus padres adoptivos, estaba de nuevo a pocos centímetros de aquel chico.

❝Quentin ¿Puedes venir?❞ la voz de uno de sus padres resonó delicadamente en si cabeza.

El aludido volteo a ver al hombre de cabellos cafés y ojos azules que estaba acompañado de otro hombre de ojos verde grisáceo y cabellos cobrizos.

❝En seguida, papá❞ respondió tranquilamente mientras caminaba hasta una de las mesas principales.

—¿Acaso estas esperando a Peter?

—Si, papá—respondió con una sonrisa de lado—Estoy esperando a que Peter salga de donde quiera que este.

—Sabes que debes de actuar con cuidado, esta familia puede ser muy peligrosa y no quiero que te pase nada, cariño.

—Charles, no es necesario que hagas esas advertencias a Beck, él sabe perfectamente las consecuencias de involucrarse con esta familia—Erik Lehnsherr siempre que podía le decía Beck, a pesar de haberlo adoptado y de llevar legalmente el apellido Lehnsherr Xavier, pero eso realmente no le molestaba a Quentin, sabia que ese hombre lo quería mucho y que a pesar de su carácter frío, haría todo lo posible por protegerlo.

—Erik...—el ojiazul lo regañó y el alemán simplemente apretó los labios.

—No discutan, recuerden que a Nina, Lorna, David, Wanda, Pietro y a mi, nos molesta que hagan eso—sonrió divertido—Ahora, si me disculpan...—se levantó de su asiento—Tengo que ir a una charla con Hydra.

❝Ten mucho cuidado...si te sientes en problemas, no dudes en llamarme ¿Bien? Tu padre y yo iremos sin dudarlo❞ Charles lo miró a los ojos y Quentin asintió.

❝Descuida, todo va a estar bien❞ le respondió antes de desaparecer entre los pasillos.

En aquella zona de la casa, el silencio era abrumador y en cierta forma estresante. Alejó aquellas sensaciones de su cuerpo y siguió caminando tranquilo. Al llegar al despacho de Hydra, sus manos comenzaron a sudar y su corazón se agito ligeramente.

—Adelante—la voz de Steve Rogers sonó tranquila.

—Buenas tardes, señor—saludó amablemente cuando estuvo dentro del despacho—Me alegra que pidiera verme.

—Tus padres fueron muy insistentes—movió su mano para indicarle que tomara asiento—Dime, ¿De que negocios quieres hablar conmigo? Tengo entendido que tu vas a heredar el imperio Lehnsherr-Xavier ¿No?

—Si, soy su hijo mayor y me corresponde comandar a nuestros hombres

—Bien, entonces dime ¿Cuál es tu oferta?

—Como usted sabe, mis padres y yo tenemos el monopolio total de todas las armas, drogas, arte robado y demás cosas en Europa y Asia. Lugares en donde ustedes necesitan entrar para agrandar su emporio y con ello sus ganancias monetarias...

—Ve al grano, Beck.

El aludido torció el gesto—Si quieres que tu imperio siga creciendo, tendrás que darme a tu hijo—Steve alzó una ceja—Peter.

Steve dio un largo suspiró y su rostro se torno molesto—Entonces no tenemos ningún trato. No dejaré que un demente tenga a mi hijo.

—¿Demente? ¿Tengo que recordarle como fue que usted logró que su esposo se convirtiera en un monstruo? ¿En serio necesita que le recuerde todas las atrocidades que usted ha hecho para llegar hasta donde esta?

—Sino tienes más cosas estúpidas que decir, puedes irte—el rostro de Hydra se mantuvo sereno.

—Esto no se va a quedar así Hydra. Tu hijo va a ser mío quieras o no—sentenció levantándose de su lugar y saliendo a toda velocidad mientras azotaba la puerta.

Su enojo era bastante ¿Cómo ese hombre se atrevía a negarle a Peter? Gruñó, sus padres habían dado a Wanda y Pietro en matrimonio a dos de sus mejores colaboradores: Visión y Clint y aún así él se negaba a dar a Peter. Quizá tendría que decirle a sus padres que pidieran a Harley y a Morgan en matrimonio para Lorna y David.

❝Supongo que nada salió como lo planeaste...sino, aquel junta habría durado más tiempo❞

❝Si, esto no salió como lo pensé...pero tengo un plan para hacer que Steve me de a su hijo, pero para ello necesito tu ayuda, papá❞ miró a todos lados, buscando a su hermana Nina, quien había rogado por ir a aquella fiesta.

❝Sabes que te voy a apoyar en lo que decidas, pero siempre y cuando Peter este de acuerdo❞

❝Hablaré con él❞ quizá esa era su única ventaja, que Steve no sabia sobre su "amistad" con Peter.

❝Te esperamos en el auto, por favor, trae a tu hermana❞ y la comunicación se cortó.

—Quentin—la voz de Peter sonó a lo lejos—Tu hermana estaba por los pasillos prohibidos—la niña de cinco años extendió sus brazos hacia su hermano mayor, quien no dudo en cargarla.

—Gracias Peter—le sonrió amablemente—Vámonos, ya nos están esperando en el auto.

—¿Qué fue lo que dijo Rogers?—el castaño se acercó a Beck, colocando su mano en el hombro del mayor—Dime que dejo que me fuera contigo—sus ojos cafés se llenaron de lágrimas—Soy libre ¿Verdad, Quentin?

El mayor suspiró atrayendo a su hermana a su pecho—Lo siento, no pude hacer nada. Rogers me dijo que no te dejaría conmigo—apretó sus manos—No pude darte la libertad que tanto quieres...

Peter apretó sus labios y se fundió en un abrazo con Beck.

—¿Vas a dejarme aquí?—su voz ahora era de temor.

—No, ya hablé con Charles y nosotros te vamos a liberar—tomó sus manos, negándose a ver las marcas de agujas en los brazos de Peter—No importa que sea lo último que haga, tu no vas a seguir sufriendo a manos de esos dementes.