Perverso (JiHope) (HopeMin)

02

- ¡Jimin!.- El nombrado voltea a la dirección en donde uno de sus amigos, Jin, se acerca corriendo hacia él. Llega respirando agitadamente y se sienta a un lado de Jimin.- ¿Supiste que asesinaron a Dae Hyun?.- Jimin hizo cara de sorpresa y después miro con fingida tristeza a su amigo.

- Oh... no lo sabía, pobre chico. Yo no entiendo como existe gente tan mala.- Jin aciente en acuerdo con su amigo. 

- Si... todos deberían de ser como tu, tan tierno y bueno.- Jin acaricia con ternura la cabellera del más bajo y este le sonríe.

Si tan solo supiera lo que realmente hay detrás de ese tierno chico...

- Bueno, te dejo por que tengo clase y no quiero llegar tarde. Adiós.- Jin se despide de Jimin y sale a pasos apresurados hacia sus clases.

Jimin decide sacar su diario, en el cual escribe con lujo de detalle sus asesinatos. Mientras escribe sonríe recordando su maravillosa obra de arte. Recordar lo que anteriormente hizo solo lo hacia llenarse de orgullo, el amaba ver como la gente lloraba mientras eran heridas, amaba ver la sangre recorrer su cuerpo.

Jimin desde pequeño empezó a realizar tales atrocidades, pero a diferencia de que antes lo hacía con animales. Lo que más le gustaba de pequeño era asesinar gatos, ya que aullaban más fuerte y eso para el pequeño Jimin era música para sus oídos.

Su madre jamás descubrío que Jimin hacia tales cosas, ya que este al terminar con tales atrocidades enterraba a los pobres animales en el parque que estaba cerca de su casa, siempre lo hacia con cuidado de que nadie lo viera, ya que no quería ser descubierto. Desde pequeño fue cuidadoso con lo que hacia, era un niño muy astuto, y hasta la fecha lo es.

Siempre cuidaba cuidadosamente sus movimientos, era silencioso y sensato a la hora de cometer algún homicidio. La policía jamás logra dar con el, ya que lleva más de diez asesinatos y saben que todos son cometidos por la misma persona, ya que Jimin siempre deja una "j" marcada en el abdomen de sus víctimas.

Jimin se burlaba de la policía, para el eran unos inservibles incapaces de capturarlo, nunca nadie derrotaria a Jimin y si alguien lo descubría no saldría vivo de eso.

La policía buscaba algún tipo de pista, pero jamás lograban encontrar algo, era como si el asesino fuera un fantasma, jamás dejaba alguna huella.  Jung Hoseok, el encargado de los casos se frustraba tanto al no encontrar al culpable, y juraba que cuando lo encontrará lo haría pagar por sus crímenes.

Pero las cosas no daban resultado, la única información que tenía en sus manos era la universidad en donde estudiaba el asesino, cosa que Jimin se encargo de hacerles llegar, quería divertirse un rato al ver como mandaban a algún oficial que de seguro se haría pasar por algún maestro. Jimin era muy inteligente y sabía muy bien cada uno de los movimientos que harían, por lo que ya tenía todo planeado. Pero lo que si no tenia en mente, es que el maldito oficial fuera malditamente atractivo y en vez de querer matarlo, solo quería follarselo.