Park Jimin es un lindo chico de 20 años, que con su linda y tierna sonrisa atraparía a cualquiera. Pero no te equivoques que él podía ser tan bello como un ángel, pero tan miserable como el mismísimo diablo.
⚠ADVERTENCIA⚠
- Esta historia contiene vi...
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Los gritos de dolor se escuchaban por toda la bodega, en la cuál Jimin torturaba a su víctima. La sangre escurría por la mesa de aluminio en la cual estaba, Dae Hyun.
Jimin pasaba las filosas tijeras por el cuello del nombrado.
- ¡No me hagas daño, por favor!.- Dae Hyun suplicaba por su vida, cosa que solo hacia reír a Jimin, ya que él no le tenia compasión a nadie y mucho menos a el.
Dae Hyun era un lindo chico de 21 años, que para su mala suerte se topo con Park Jimin, días atrás él se burló de Jimin con un par de amigos, que tampoco saldrían ilesos de haberse burlado de el. Jimin no toleraba ningún tipo de burla hacia su persona y el que lo hacia lo pagaba caro, por que con el nadie jugaba.
- Oh... lo siento.- Jimin habla con fingida inocencia mientras que con su mano libre toma un cuchillo y le corta un dedo al pelinegro, este grita de dolor mientras cierra fuertemente sus ojos.
- ¡Eres un enfermo!.- El chico grito fuertemente y Jimin le sonrío con perversidad cortando otro dedo.
- Y tu un maldito lloron, gritas como niña.- Jimin suelta una carcajada y clava las filosas tijeras en el cuello de Dae Hyun.
El cuerpo se retorcia mientras la sangre escurría por el cuello hasta caer al suelo. Los músculos del pelinegro dejaron de funcionar, logrando así que un par de minutos después muriera desangrado.
- Lastima, tan guapo...- Jimin se encoge de Hombros y comienza a tomarle fotos a la escena del crimen, su propio crimen. Le encantaba guardar alguna evidencia de que él fue el creador de esa magnifica escena, para él, ya que para otros era horrorosa.
Jimin se saca los guantes de látex ensangrentados y los echa a una bolsa, ya después se encargaría de enterrarlos en algún lado. Limpia todo rastro que lo podría inculpar.
Sale de la bodega y hace una llamada anónima a la policía diciendo donde se encontraba el cuerpo. Después de eso sube a su motocicleta y sin más se marcha con una sonrisa en su rostro. Nadie podía detenerlo, absolutamente nadie.
Por que Jimin, es simplemente; perverso...
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