Yo sí lo hago

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Querido Min YoonGi:

Si estás leyendo esto es porque me fuí, lo lamento, pero ya no puedo continuar contigo, no así, no sabiendo que no soy el único al que le dices "Te amo", o el único al que le haces el amor...

No te preocupes, ahora puedes estar libremente con ella, se nota que la amas, así como me amaste a mí en algún momento.

¿Sabes? Estaba dispuesto a volverte a perdonar y hacer como si jamás te hubiera visto en tu oficina teniendo sexo con ella, pero no pude, no pude... volver a darte otra oportunidad, no cuando ella vino hasta la casa, la que era nuestra casa, y me enseñó el anillo que le diste, le pediste matrimonio y aún ni siquiera nos hemos divorciado, no puede quedarme a ver como seguías llevando tu doble vida, pero tranquilo, que si te he perdonado, tal vez no te dí una oportunidad más, pero si te perdone, no sería capaz de seguir viviendo si no te perdonaba, necesitaba hacerlo, después de todo, creo que la culpa no fue tuya, sino mía.

Fue mía por haberte perdonado la primera y la segunda vez, fue mía por haber ignorado todas las señales que dabas, fue mi culpa por creer que mi amor era suficiente para sostener nuestro matrimonio,cuando un matrimonio es de dos, por eso fue mía, MI culpa.

De verdad espero que seas feliz con ella Yoonie, amala como no pudiste amarme a mi, cuidala y protegela, como no lo hiciste conmigo, pero sobre todo, no la hagas sufrir, no como a mí...

Tal vez ni siquiera sepas todo lo que sufrí por ti, pero está bien, no te preocupes por ello, es cosa del pasado, solo preocúpate por hacerla feliz, que para recordar todo lo que sufrí estoy yo, porque yo sí lo hago, como lo he hecho desde hace un tiempo.

Adiós Yoonie, cuídate y sé feliz.

–JiMin.

Doblo la hoja y la metió en el sobre de papel junto con el anillo que YoonGi le había dado en su boda, lo dejo sobre la pequeña caja que contenía las demás cartas y las coloco sobre la cama, tomo su maleta y comenzó a caminar rumbo a la puerta, al llegar al pórtico de la que era su casa miro todo desde ahí, una última vez, la última vez que vería esa casa.
Dejó su copia de las llaves encima de la mesita que está al lado de la puerta y cerró, camino a la avenida y tomo un taxi para que lo llevará al aeropuerto, mientras el taxi emprendía marcha miro una última vez hacia atrás y susurró –Adios Yoonie–