Capitulo 2 | El Área

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- Desperté en un cuarto iluminado por unas antorchas. Miré a los pies de mi cama. Había un chico con mejillas regorditas. Era de unos 12 años y con rulos. Me miraba con alegría.

- ¡Al fin despiertas!- Dice levantándose.- Llevas 3 días dormida, al parecer te desmayaste.

-¿Que? ¿Quien eres tu?- Le pregunté al chico.

- Me llamó Chuck.¿Tu?

- Allison. ¿Que hora es?

- No tenemos hora acá. Solo se que es de noche.

- Deberías irte a dormir entonces.- Escuché decir a alguien en el marco de la puerta.- Tengo cosas que hablar con esta chica.- Era Newt. Chuck se levanta y se va sin decir ni una palabra. El chico entra y cierra la puerta.

-Hola ...- Mi voz suena débil, me sentía intimidada.

- Hola novicia.

- Mi nombre es Allison.

- Como sea.

- ¿Y tu te llamas?

- Newt. Creo que ya sabías eso ¿No?

- ¿De que me estas hablando?

- Repetías mi nombre todo el tiempo. Durante 3 días.- Dijo el chico mirándome con su intimidante mirada. Estaba confundida. ¿Newt? Ni siquiera sabía que ese nombre existía.- Pensé

- ¿Que? Ni siquiera te conozco...- Le respondí débilmente.

- No te creo. Se que sabes algo de mi. Ni siquiera te dije mi nombre antes de eso.

- Yo no se nada,te lo juro.

- Mira. Yo se que sabes algo, y si no me lo dices...

- ¡Y si no que!- Le grité. Era muy insoportable.

- Mira miertera,ami no me vienes a gritar, que o sino, te juro que iré a lanzarte con los Penitentes y no tendré piedad de tí. Así que mejor cierra el pico de una vez y quedate callada, que así te vez mas linda.- Dijo alzando la voz. Sus palabras me dolieron. Sentí mis ojos cristalizarse.

-Yo...lo siento.- Sollozé.- Yo solo... Solo quiero volver a mi casa. Con mis padres, si es que tengo. Soy la única chica y no se porque. No se donde estoy ni porque rayos estoy aquí. Yo ni siquiera pedí estar aquí con ustedes...- Lágrimas caían de mis ojos. Él me miraba en silencio.- Por favor, déjame en paz.

-Mierda... Perdón.- Me miro con sus ojos. Se veía decepcionado.- Yo... No quería ser tan duro contigo, lo lamento.- En sus ojos veía sinceridad. Yo solo me eché a llorar. Estuve así durante un buen rato. Newt me miraba con una mirada apenada. Yo no pedí esto. Ni siquiera donde mierda estoy metida.-Pensaba.

-Ya... Ya estoy bien.- Dije débilmente después de unos minutos.

-¿Segura?

-Si...

- Bien.- Me respondió.- Mejor ve a dormir, tendrás un largo día mañana.

- Esta bien.- Me recosté y el rubio se fue. Un largo a.

Me desperté al día siguiente con la luz que entraba en la pequeña habitación. Me senté en la cama a procesar lo que había pasado ayer. Seguía sin creer lo que sucedía.Es estúpido pensé. No me gustaba la idea de estar en un lugar repleto de hombres. Lo odiaba.

Alguien interrumpió mis pensamientos. Era el chico que me recibió ayer. Al parecer no era tan alto como pensé, en realidad era mas bajo que Newt.

- Buenos días dormilona.- Dijo el chico.- Mi nombre es Alby.¿Y tu eres?

- Allison.

- Bueno,Allison. Te llevaré a un tour por el lugar, para que te acostumbres.

- Esta bien.- Los dos salimos al exterior del edificio en donde estábamos.

- Bien, este es el Área. Todos llegamos aquí asustados, pero después te acostumbras.- Señaló los distintos lugares mientras caminábamos.- Aquí todos tienen su trabajo y labor. Todos saben que hacer. Pero tenemos reglas.

- ¿Y cuáles son esas reglas?

- Bien, primero, tienes que hacer tu parte y nunca herir a otro habitante. Pero lo mas importante es que nunca,JAMÁS, salgas afuera de estas puertas.- Dijo señalándolas. Estaba confundida. ¿Porque no podría salir de aquí?

- Y...¿Porque?.- Él se dio vuelta y me miró por un largo rato. Luego se dio vuelta de nuevo.

- Sigueme.- Dijo con  la voz mas dura que me hizo estremecer.

Fuimos a una de esas enormes murallas de piedra. Eran bastante altas a decir verdad, y tenían un espacio en el centro. Nos paramos frente a aquel espacio. Se veía un pasillo largo,con alguno que otro pasillo en el camino.

- El laberinto.- Dijo señalándolo.- Solo los corredores pueden salir allá afuera. Son rápidos, inteligentes y probablemente los mas audaces aquí. Todas las mañanas las puertas se abren y los corredores salen al laberinto en busca de una salida. Y por las noches vuelven, antes de que cierren las puertas.-Dijo mirando al suelo. ¿Puertas que se mueven? Pensé. Esto ya se volvió muy raro.

-¿Que pasa si no llegan a tiempo cuándo las puertas se cierran?.- Volteó a verme por unos segundos, después volvió su vista al laberinto.

- Mueren.- Sentí un escalofrío. Como es que solo morirán por quedarse afuera. Todo este tan raro en este lugar.

- Sigueme.

Lo seguí a una pequeña ventana a un lado de las murallas. Me pidió que me acercara a ver. Al principio vi solo pasillos. Pero después escuche un ruido metálico. Ante mis ojos apareció un monstruo enorme, lleno de baba y púas,parecida a una araña. Era horrible.

- Y esa es la razón.- Dijo Alby.- Penitentes. Normalmente salen de noche y no son muy amigables.- Me miró y lo mire de vuelta aterrorizada.- Pero tranquila, no entran al Área nunca. Siempre se mantienen en el laberinto.- Suspiré. Esas cosas eran horribles y no me imaginaba lo que pasaría si entraban.

- Ya comprendo...

- Bien,ahora que ya viste todo, vamos a asignarte un trabajo. En algunos días te diré en que trabajarás.- Sonrió y se alejó.

Miré a la ventana una vez mas. El laberinto, el Área, los penitentes, todo es tan raro. No me gusta estar aquí. A nadie le gustaría. Me alejo de ese lugar.

A Girl in the Maze >> NewtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora