A Girl in the Maze >> Newt

Capitulo 9 | El Incendio

Todos salimos a ver que pasaba. Corrimos hacia el centro del Área lo mas rápido que pudimos, aunque yo retrase un poco el proceso por mi tobillo. Corríamos a través del bosque a oscuras y ya varios de nosotros habíamos tropezado. Me preguntaba si esto pasaba siempre en el Área o si era un hecho diferente. Sea lo que sea no importaba en aquel momento.

Una vez que llegamos nos percatamos de que era lo que pasaba. En el centro del Área había fuego y a su alrededor varias explosiones. Todos los habitantes corrían de un lado a otro, huyendo de las enormes llamas de fuego. Nosotros los mirábamos escapar de las llamas en la entrada del bosque.

¿No puedo tener ni un día de descanso?-Pensé mientras negaba con la cabeza. No había tenido ni un día normal desde mi llegada al Área.

Corrimos a la Finca a buscar Alby. Estaba entre un montón de chicos heridos con los docs. Cuando nos vio puso una cara de irritación que por un minuto pensé que le salia humo por las orejas.

- ¡Y ustedes shanks que necesitan! ¿¡No ven que estoy ocupado!?- Dijo él vendando el brazo de un chico quemado.

- Oye tranquilizante, solo venimos a ver si estas bien.- Dijo Newt con tono calmado.

- Bueno, pues aquí estoy vivo y sano. Ahora vayanse a molestar a otra parte.- Dijo y se fue a ayudar a otro chico.

- Que gruñón...- Digo rodando los ojos.

- Por lo menos tu no haz estado dos años con él.- Dijo Minho.

- Mejor entremos a la finca, ¿no?- Dijo Lenard entrando.

Todos entramos en la construcción. Estaba vieja y desgastada por dentro. Faltaban tablones en el piso y en su lugar había espacios oscuros. El techo tenía moho y telarañas. Era disgustante. Subimos las estrechas escaleras hasta el tercer piso. A cada paso que dábamos sonaba un horrible crujido de la madera vieja.

Cuando llegamos a el tercer piso descubrimos que no éramos los únicos allí, ya habían varios mas de nosotros durmiendo en el suelo. Nos dirigimos a una esquina al lado de la ventana. Nos sentamos a descansar.

- ¿Crees que estaremos bien acá?- Le pregunto Chuck a Lenard.

- Tranquilo Chuck, acá estamos bien...supongo.- Dijo Lenard dándose media vuelta y quedándose dormido.

- Yo si creo que vamos a estar bien.- Le dije a Newt que estaba mirando a la ventana.

- No lo se... Tal vez.- Dijo dudando.

- No seas tan negativo,dios.

- No soy negativo.- Dijo mirándome con sus ojos oscuros.

- Si claro.- Dije sonriendo.- Será mejor que vayamos a dormir.

- Como digas madre.- Dije sacando su sonrisa y cerro los ojos.- Buenas noches Allison.

- Buenas noches...- Dije cerrando los ojos y entrando en el sueño.

Esta vez no soñé nada. Solo veía un montón de negro. Ni un sonido, ni un olor. Nada. Solo negro. Era como estar de nuevo en la Caja. Solo con pensarlo me daba escalofríos. Entonces empezé a escuchar gritos a lo lejos. No eran de terror si no solo gritos.

- Vamos Allison, ¡levantate!- Escuché de una voz desconocida.

Abrí mis ojos y me encontré en el mismo lugar donde estaba. Solo que estaba sola. Me paré confundida y miré por la ventana. Las llamas ya estaban por llegar a la Finca. A lo lejos veía a un grupo de personas que al verme me apuntaron.

- ¡Ahí esta!

- ¡Corre Allison!

-¡Sal de ahí rápido!

Me bastó para escuchar solo esos gritos para bajar por las escaleras lo mas rápido posible. Mi tobillo empezó a gritar que parara. Llegué al primer piso y después de unos segundos abrí la puerta, pero era muy tarde. La entrada ya estaba en llamas.

Miré perdida a lo lejos el rostro de Minho, mirándome y gritandome que me apurara. A su lado estaba Newt consolando a Chuck, que me miraba a lo lejos con su mirada entristecida. Tenia que salir de aquí.

Miré un espacio en el que había fuego, pero no lo suficiente para morir quemada. Era mi única y ultima opción. Corrí el pequeño pasadizo de fuego y lo observé por unos segundos, aterrorizada.

Tu puedes Allison, se que puedes.- Escuché la voz de Newt en mi cabeza. Lo miré y el encontró mi mirada con la suya. Saldría de allí.

No se como, pero me llene de valor y entre a ese pasadizo. Corría con todas mis fuerzas restantes. Sentía como mis manos rozaban con las llamas y mis piernas corrían a través del fuego. Era una sensación horrible. Finalmente llegué al otro lado.

Estaba a salvo.

Empezé a caminar cojeando hacia mis amigos pero antes de poder llegar escuché como gritaban mi nombre mientras caía al suelo a la oscuridad.