¿Cita?

174 10 0
                                    

¿Esto era alguna broma de mal gusto?

-¿Perdón?-pregunto confundido. Por lo que sabía no estaba permitido salir del hospital.

-¿No quieres ir a dar una vuelta a algún lado?-dijo con una sonrisa.

-S-si.-dijo con una sonrisa en su rostro que rápidamente se borró.-Pero....No se permite salir.

-Tranquilo, esta todo arreglado.-dijo con una sonrisa victoriosa.-Vamos ponte esto.-dijo para darle una pequeña montaña con ropa.-luego de unos minutos vendré a buscarte, apúrate.-dijo para salir por la puerta dejando al joven sorprendido.

Nicolás no perdió mucho tiempo y rápidamente se vistió. Era algo simple, unos jeans, una camisa a cuadros (que eran sus favoritas) unas converse y un gorro simple. Pero faltaba algo, sus gafas. Aunque pocos saben, Nicolás toda su vida necesito gafas, tenía miopía, pero sus padres no les importo y no lo llevaron a una oculista. Por eso se sacaba notas malas, se tenía que sentar delante de todo para poder ver el pizarrón.

Cuando Nicolás vio un par de anteojos no pudo sacar una sonrisa de oreja a oreja. Eran algo hipaste pero no le importaba, ahora su mundo sería uno nuevo con esos anteojos.  

-------------------------------------

-¿Listo?-pregunto Antonio.

-Sip.-dijo Nicolás con una sonrisa de oreja a oreja.

Antonio no llevaba más la típica bata de doctor, ahora vestido formalmente se veía más…..¿Guapo?

Los dos salieron con la mayor tranquilidad del mundo del hospital, no sin antes ver la mirada curiosa de John que luego frunció el ceño. Lo único que hizo Antonio fue dedicarle una sonrisa burlona.

Narra Nicolás.

Antonio y yo camibamos por las calles en silencio, ¿A dónde vamos?

-¿A dónde vamos?-me anime a preguntar.

-A comer algo.-dijo con la mayor tranquilidad. 

No dije nada más y solo seguí su paso. Muchas personas me miraban, la gran mayoría chicas que me miraban como si me quisieran comer, ¿Qué tenía?  

-------------------------------------  

-Llegamos.-dijo la voz de Antonio después de una larga caminata.  

Entramos a ese lugar y por delisioso olor pude notar que era una pizzería.

Nos sentamos normalmente sin dirigirnos una sola palabra. Esto parecía una…Cita. “Cita” pensar en esa palabra me da escalofríos en la espalda.

Una mesera vino a pedirnos nuestras ordenes, yo no sabia que elegir. La verdad que hacía tiempo que no comía pizza, así que solamente pedí una de jamón y queso. Después de eso una gran pregunta paso por mi cabeza.

-¿Puedo hacerte una pregunta?-pregunte.

-Lo que quieras.

-¿Cómo sabias que necesitaba usar anteojos?-pregunte, y era verdad, solo mis padres sabían que necesitaba  usarlos.

-Digamos que, hizo una pequeña llamada y revise unas cosas.-dijo.

-¿Una… llamada?-pregunte, ¿no haba llamado a mis padres verdad? ¿Verdad?

-Sí, ¿Por qué preguntas?

-Solo mis padres saben que necesito usarlos.-confesé.

-Bueno…. Puede ser que, alguien más.-dijo.

-¿Eh?-dije.-Nadie más sabe.

-Bueno… No importa.-dijo.-Solo disfrutemos de la cita.-¿CITA?!

¿CITA? ¿ESTO ERA UNA CITA? Yo pensaba eso pero….Dios mío.

Historia de un loco (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora