Con diecisiete años recién cumplidos, BaekHyun ya no ve la hora que el año pase rápido para que llegue el día donde cumpla sus tan ansiados dieciocho años. Sus compañeros del colegio y de vóley no lo entienden, y siempre le recuerdan que dieciocho es un número alto y que se va haciendo viejo a medida que cumple años, pero BaekHyun no los entiende a ellos. Con dieciocho años puede ir a un boliche, puede sacar una licencia de conducir, puede beber alcohol y sobretodo, conseguir un trabajo, no entendía el porqué sus compañeros se empeñan en pedir a todos los santos que dejen de crecer, algo realmente estúpido cuando al menos podrían pedir que les vaya bien en el colegio.
Hace poco menos de una semana se anunció que Super Junior haría comeback y que la pre-venta da comienzo un día después del anuncio. Esta noticia primero lo hace caer de culo porque Super Junior sacó un álbum hace poquito y ahora van a sacar otro, está bien, él se puso feliz después, pero el asunto es que había gastado todos sus ahorros en las dos versiones del álbum anterior y ya no tiene nada para éste. La SM ha de estar en quiebra piensa él. Encima con sus padres no puede contar para nada porque eso es malgastar dinero.
Patea con impotencia una pobre piedra que no tiene la culpa de sus "desgracias" y se oye enseguida un quejido. Con vergüenza levanta la cabeza y se encuentra con un hombre gigante pero gigante, tan parecido a esos titanes con una altura monstruosa de Shingeki no Kyojin; bueno, quizás estaba exagerando, pero no se podía esperar una visión distinta si él mide apenas un metro con cincuenta y nueve. Ese titán trae consigo una niña en brazos que lo mira como si él hubiese cometido un asesinato.
―Señor, lo siento mucho ―BaekHyun se apresura en dar una súper inclinación que está seguro que le dolerá la espalda luego―. ¿Se encuentra usted bien?
―Sí, no se preocupe, joven. Tenga buenos días.
BaekHyun lo observa caminar a tropezones y piensa que es debido a que la niña va tarde al jardín de infantes.
Jamás en su vida había conocido a una persona que recibe una piedra ―que posiblemente le quede un moretón― y le dé los buenos días tan amablemente. Si a él le hubiese pasado lo mismo capaz que estaría en la cárcel por darle una brutal paliza, de esas que sólo él sabía dar y que hacían reír a su primo. BaekHyun tampoco entiende eso.Mientras camina hacia su colegio con tranquilidad, sin siquiera percatarse que está por llegar tarde, por su reflejo es capaz de ver un cartel pegado en la puerta de una enorme casa rosa pastel.
❝ SE BUSCA NIÑERA ❞
Que lástima, no es una chica ¿pero qué más da? Es un hombre que tiene muchas ganas de trabajar.
( . . . )
―Las indicaciones son siempre las mismas ―aclara el profesor apoyado sobre el escritorio una vez terminó de repartir los exámenes―. No se olviden que cuento hasta cinco para que ustedes me entreguen sus exámenes, si llegan luego sí les recibo el examen pero le descuento un punto; si tienen para un seis y veo que llegaron tarde lamentablemente le corresponde un cinco. Por último, nada de copiarse que me doy cuenta al instante, ni siquiera se den esas miradas de "ayúdame" porque les quito la hoja. Sin más que decir, pueden comenzar ahora.
Los alumnos agarran sus bolígrafos y comienzan a escribir todo lo que estudiaron, salvo algunos que pusieron únicamente su nombre y fueron a entregar el examen.
―Ay dios ¿Qué voy a hacer con ustedes, muchachos? ―dice refiriéndose a dos de sus alumnos que van a clase a calentar asiento y a jugar. La lógica de ellos era molestar y juguetear todo el año y estudiar dos semanas para presentarse a rendir el examen de las materias desaprobadas en febrero.
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padre en apuros | sebaek
FanfictionEN EDICIÓN EN EDICIÓN EN EDICIÓN SeHun es un profesor que acaba de perder a su esposo, quedando así a cargo de su hija de seis años. No sabe cocinar muy bien y a veces se le olvida de recoger a su hija de la escuela por lo que está recibiendo const...