Capitulo 10.- advertencia.

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Alejandro

Me estaciono en frente del súper, después de la pequeña disputa entre Daimiel y yo por lo sucedido hace dos años, Skay se salio con la suya y aquí estamos.

Se ve mas que feliz y muy hermosa ya es toda una mujer sus facciones están maduras y bien desarrolladas su cuerpo marcado, pero sigue siendo tan inocente y frágil.

No se cual es el motivo, pero quiero cuidarla, protegerla, de todo y de todos, hacerle olvidar sus recuerdos con amor y curar sus heridas con atención y dedicación. Y quizás si se el motivo pero no quiero afrontarlo solo con el miedo de ser rechazado y no correspondido; eso me paraliza.

- Me puedes traer una Yoka querida.- Dice Dani sacando me de mi trance .

No se por que Dani se preocupa tanto por su físico siempre la he comparado con Megan Fox pero mas Venezolana, pero como toda mujer se acompleja por su peso y con eso de que quiere ser bailarina profesional se podrán imaginar.

- No quieres linaza mejor querida!.- dice Skay para fastidiarla.

No espero la respuesta de Dani y me bajo de la camioneta, comienzo a caminar lentamente ya cuando estoy a unos pasos de salir del estacionamiento escucho como la puerta del copiloto se cierra y como Skay corre hacia mi, y me abraza por detrás.

- Te ves muy bien Castro.- me dice entre jadeos por la falta de aire y puedo sentir como mi corazón se acelera con esas simples palabras, la abrazo por los hombros y caminamos justos a paso lento.

- Tu también te ves muy bien.- le respondo.- Diferente pero bien.-

- Como que diferente?.- Dice con curiosidad.

Me hago el que esta pensando.- Estas mas grande as crecido como medio centímetro.- bromeo, pero al parecer a ella no le dio gracias, me golpea el brazo y comienza a caminar mas rápido.

- No te molestes.- troto para llegar a su lado.- Te ves muy tierna con tu pequeña estatura.- la fastidio, pero ella me ignora y apresura el paso molesta. Se me había olvidado como es experta en formar berrinches.

Yo corro y cuando estoy detrás de ella la sujeto por las piernas y la recuesto en mi hombro como un costal, grita y me golea, pero no le hago caso a sus quejas y la llevo a uno terraza apartados de los demás.

- Alejandro bajame en este mismo momento .- me golpea la espalda.- Ale bajame que llevo falda.-

Y no me había percatado de ese gran detalle, le doy una mirada y esta se subió un poco dejando al descubiertos sus muslos que están cubiertos por unas medias que parecen una red de color negro que hacen contraste con su piel cremosa y su no muy grande pero si bien tonificado trasero, la vista es exquisita y en la posición que esta no ayuda mucho que se pueda decir.

Cuando estamos en un lugar lo suficientemente solo la bajo, y la acorralo contra las barandillas, presionando todo mi cuerpo con el suyo sintiendo cada parte de ella y dejando que sienta cada parte de mi hasta las emociones que me hace experimentar tan solo con un simple gesto.

Me acerco a ella con cautela, las alarmas en mi cabeza me dicen que pare, que por una tontería puedo volver a perderla pero la necesidad de tenerla cerca es mas fuerte que cualquier advertencia.

- Qu-que haces?.- Me pregunta en un susurro apenas audible.

Y no le respondo, por que ni yo mismo se que es lo que estoy haciendo, mi mente me grita que pare que puedo lanzar mi ultima oportunidad al vacío, pero mi corazón late y pide mas, mas de ella, mas que una amistad.

Junto nuestras miradas y me concentro en eso ojos que en tantos momentos de angustias se convirtieron en mi lugar seguro y me pierdo en su infinito color marrón, le coloco un mechón rebelde de cabello detrás de su oreja, pongo una mano en su cintura y con la otra le delineó el perfil de su mentón, puedo ver a la perfección las pequeñas pecas que adornan sus mejillas y ver lo perfectos que son sus labios lo suaves que se ven, los provocativos que son.

Acordes del alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora