Tamara Sallow |Harry Styles|

Vete al demonio.

"Fuertes razones, hacen fuertes acciones"

Me miro en el espejo del baño con desagrado, mis dedos tocan sutilmente el moretón en mi ojo izquierdo, pero al segundo lo aparto con un siseo.

Mi lengua hace un chasquido, colocando un poco de maquillaje para que no se note. Salgo del baño ya lista para ir a trabajar. Carol sigue aquí, me ve y se apresura a ahuecar mi rostro entre sus delicadas manos.

—          Debí avisarte que a Johnny le gustaba un poco más rudo... - Dijo entre risas burlonas –

Mi corazón se acelera al llenarse de ira. ¿Qué le era tan gracioso? ¿Qué me haya molido a golpes un tipo? No lo es.

-          ¿Qué tiene de gracioso? Pudo haberme matado, Carol – Gruño, clavando mis uñas en las palmas de mi mano con fuerza –

Carol no me responde, solo me mira, y yo sostengo su mirada. Sus fosas nasales se ensanchan.

-          ¿Te atreves a hablarme en ese tono? - Susurro con aires de ira –

Rockie sale de la cocina, y su cuerpo se gira a donde yo estoy. Salgo del apartamento, y corro a las escaleras, pero antes de pisar el primer escalón siento como mi cabello es tirado hacia atrás, haciendo que mi cuerpo se eleve en el aire, y de contra la pared con fuerza.

Mi respiración se atasca en mi garganta, y lo único que puedo hacer es toser. Una sombra oscura se posa frente a mí, es Rockie, su puño coge impulso, y solo puedo cerrar los ojos esperando el golpe.

-          ¿Quién te crees que eres, hijo de puta? –  Otro hombre sisea, reconozco esa voz -

Un ruido fuerte me hace abrirlos rápidamente, Rockie yace en el suelo, su nariz esta ensangrentada, pero no se mueve. Una mirada verde me observa en las escaleras, luego se da la vuelta, y desaparece escaleras abajo. Lo último que veo es una chaqueta marrón.

Broker me ha salvado la vida.

Muerdo mis uñas con nervios sentada detrás del mostrador de mi trabajo. ¿Por qué me salvo? Por como describen los chismes a Broker, él no se mete en problemas de otros, ni siquiera para salvar a un niño. Pero, al fin y al cabo son solo eso, ¿no? Chismes.

-          Entonces, ¿cuándo me dirás la verdad? – La voz de Sam me saca de mis pensamientos –

Volteo a verlo, un aire de preocupación inunda sus facciones.

-          ¿De qué hablas? – Mi corazón revolotea –

-          Es obvio que no te caíste por una escalera. Alguien te ha dado una paliza, Tamara. – Por primera vez lo veo serio, no está jugando. –

Presiono mi brazo con mi mano, ¿Qué excusa le puedo dar?

-          ¿Tienes un novio maltratador? Tamara confía en mí, por favor. –

-          No, no es eso, Sam. –Susurro, sus preguntas me están volviendo locas –

-          Porque si es eso, puedes venir a quedarte en mi casa, a mama no le importara. Le he hablado de ti, y le caes bi—

-          ¡Sam! – Grito, sosteniéndolo por los hombros – Si algo malo sucediera no dudaría en decírtelo. En serio, estoy bien. Y no tengo ni novio... -

Eso parece calmarlo, suspira y sigue limpiando el piso.

-          Tamara si me entero que mientes, te juro por Dios... - Susurra con voz preocupada –

-          No hay razón para mentir... - Le susurro, y eso hace que su angustia cese. –

Nunca me ha gustado mentirle a Sam, pero no quiero que se meta en este lio. Podría tener problemas con la mafia de Carol, prefiero dejarlo todo así, ya hasta acostumbrada estoy.

Miro los moretones que hay en mis brazos, y recuerdo cuando Broker me salvo. Siento mi rostro rojo, y sacudo mi cabeza reprimiendo el sentimiento.

Estoy por subir a mi piso, cuando una espalda ancha capta mi atención. Mi respiración se atasca en mi garganta al darme cuenta que es Broker, sus movimientos se detienen, me esta mirado.

A pasos apresurados me acerco a las escaleras, pero me detengo en seco. Y me volteo sobre mis talones, para dirigirme lentamente a él. Siento que es un león que puede atacarme en cualquier momento.

-          Escucha... - Susurro – Quería agradecerte lo que hiciste por mí hoy en la mañana... -

Su espalda esta erguida, como si estuviera incomodo, pero su rostro se voltea y me mira de reojo. Pero no se voltea completamente a verme.

-          ¿No te da miedo hablar con un ladrón, niña? – Dice con voz gruesa –

-          ¡No! Por favor discúlpame, fue solo un malentendido. La máquina de antirrobo se dañó, y creí que... Lo siento – Digo ignorando el apodo –

-          Él era Rockie, me debe una suma de dinero bastante alta. No creas que fue por ti. – Dice con mirada burlona -

Siento mi rostro ruborizarse por la vergüenza, por la humillación. Cierro mis puños y respiro.

-          Vete al demonio... - Gruño, su ceja derecha se alza, pero lo ignoro. Doy vuelta sobre mis talones y subo las escaleras. –

"¿Por qué eres tan estúpida? La gente siempre se burla de ti. ¿Cuándo aprenderás? Nadie nunca se ha preocupado por ti, menos un matón. "

Entro al apartamento, todo está oscuro. Dejo mi bolso en el sillón de la sala. Pero una sombra en el sillón de frente me hace temblar. Algo se estira, y luego una luz se enciende. Es Rockie.

-          ¿Y Carol? – Pregunto con el corazón en la garganta –

-          Salió, me dio la noche libre para divertirme con algo. – Dice, levantándose del sillón. –

Corro hasta la puerta y a abro con prisa, pero una mano la cierra con fuerza, y tira de mi cabello.

-          ¿Creíste que te librarías de mí solo porque Broker te defendió, pequeña puta? – Gruñe en mi oído –

-          ¡No por favor! – Grito, con lágrimas en los ojos –

-          Es hora de divertirnos – Susurra mientras desabrocha mi camisa, y mete su mano allí. –

Cierro mis ojos con fuerza, no de nuevo.

Unos golpes fuertes hacen que mi cuerpo se estremezca.

-          ¡Largo, estoy ocupado! – Grita Rockie, desabrochando mi sostén –

De pronto de detienen los golpes, y el sádico sonríe volviendo su atención a mí.

La puerta se abre con fuerza, golpeando contra la pared, y una mirada verde aparece, observa todo el entorno. Puedo ver la ira filtrarse en sus facciones, sus fosas nasales se ensanchan, y busca algo detrás de su espalda.

De pronto un arma plateada se alza, y con el mango le da en la cabeza a Rockie, siento que mi garganta se desgarra por el grito de terror que sale de mí. Todo pasa tan rápido. Broker está encima de Rockie, está dándole una paliza.

-          ¡Lo vas a matar! – Le grito, pero esto no parece siquiera mutarlo, al contrario, sus golpes se vuelven más rápidos, y fuertes. El rostro del hombre ya no puedo ni reconocerlo. –

A pasos rápidos me elevo contra Broker, y lo empujo para que se aleje del hombre inconsciente en el piso.

Por inercia su arma me apunta a la frente con rapidez, escucho un 'click'. Me va a matar. Me siento como Bambi, mis piernas no dejan de flaquear.

La mirada de Broker se aclara un poco más, su respiración es fuerte, su cuerpo se relaja. Y baja el arma.

-          Deberías largarte de aquí, no voy a estar siempre para salvar tu trasero. -

Y sin más sale del apartamento. Dejándome con el cuerpo casi muerto de Rockie.