Dulce Dolor Propagado En Mi Cuerpo.

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El escrito no me gustó, quizás a ustedes sí. (Soy pésima para el lemon)

Dedicado a una persona especial, añññ, te adoro, ella me dio una idea que planeo utilizar en el siguiente capítulo, agradezcan a su noble generosidad de aportar una ayuda a mi falta de inspiración, teQuiErOgrAcIasPorEspERar : lacotorrakliaa

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Sus dedos entrelazados por los finos mantos de seda, arrugando las sábanas con debilidad, mientras reprimia los sucios sonidos que exclamaban salir de sus labios, su cuerpo pintado por el sudor que emanaba de su piel, sus mejillas cubiertas de un bello rojo carmesí, mientras que  unas cálidas manos recorrían su cintura con curiosidad, tocando y apretando con ferozidad, todo ésto encontrá de su voluntad, siendo sometido por unas cuerdas que le impedían a la sangre llegar a sus venas, mientras que las marcas del látigo aún adornaban su espalda.

Sintió un fino y rígido metal recorrer su pecho, bajando con tal lentitud que le hacía sentir inseguro, clavando sutilmente la punta para hacer pequeñas heridas y luego sentir como la lengua ajena lamia sin pudor, al igual que subía por su yugular y amenazaba con cortar la parte sensible de su cuello.

Los besos húmedos eran propagados por su blanquecina piel, pronto llegó a sus labios y sin pedir siquiera permiso, los beso con exigencia, mordiendo su comisura inferior, provocando que abriera la boca ligeramente, y así iniciar una dulce danza de lenguas desenfrenada pero coordinada, probando cada rincón de su cavidad vocal, y disfrutando plenamente de ese adictivo sabor, un embriagante elixir, las caricias cada vez se volvieron más necesitadas, y pronto ambos cuerpos estaban siendo víctimas de la tentativa cama…

Acarició su miembro que ya estaba erecto y sin esperar más se adentro a su cavidad anal (joder, madre mía, que vergüenza tío), sintiendo como su entrada le apretaba de una manera tan comprometedora, espero a que se acostumbrara y prosiguió con las lentas pero certeras entocadas, directas en aquel punto débil que hacía enloquecer a cualquiera, escuchando un débil gemido salir del albino, y es que éste se encontraba fuera de sí, perdido en una ilusión que parecía tan real…

— Mi-Minato… - susurro débilmente, había perdido la poca cordura que conservaba, ajeno a la realidad, sin saber que su mente era víctima de un profundo genjutsu, dejo escapar suaves jadeos. — Mierda… No me hagas rogar…

—¿Quieres más… kashi? - musito con picardía, mientras agarraba con sutileza su quijada y repartía nítidos besos. Admirando la vulnerabilidad del ninja copia, ver como se removia en busca de liberar sus manos, como batallaba por deshacer las cuerdas de su cuerpo, y sobre todo, trataba de apaciguar los dulces sonidos que salían como perfecta melodía, una armonía improvisada más sin embargo sincronizada, una llena de exitacion y deseo.

— Joder… Minato… - Uso aquel tono suplicante, mientras la venda de sus ojos, se deslizaba lentamente por sus mejillas, lubricandose por el sudor del calor que envolvía su frágil cuerpo libidinoso, y acunando su rostro entre las amontonadas sábanas. — Por favor… - Rogo lascivo, haciendo movimientos provocativos.

El uchiha sonrió con burla, para acelerar sus movimientos lujuriosos, insensato de lo que hacía, pero le gustaba aquella sensación de tener al Hatake a su merced, pidiendo por más, usando aquel tono de fragilidad, verlo de aquella forma sumisa, le hacía ver sublime.

La cama moviéndose rítmicamente, al compás de sus acciones apasionadas, la fricción de su piel contra la ajena, perdidos por un extraordinario deseo pecaminoso, inconscientes de sus necesidades, disfrutando el impuro sonido de sus cuerpos impactando entre sí, a punto de llegar al orgasmo esperado, la calentura sólo aumentaba, rodeados por fuego inexistente, más sin embargo presente… Y los gemidos aumentaban su volumen cada vez que las entocadas eran más rápidas y profundas, gritando el nombre de alguien nuevo, un nombre desconocido “Obito”.

La cama moviéndose rítmicamente, al compás de sus acciones apasionadas, la fricción de su piel contra la ajena, perdidos por un extraordinario deseo pecaminoso, inconscientes de sus necesidades, disfrutando el impuro sonido de sus cuerpos impactan...

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Minato se movía con desesperación, su respiración agitada, mientras todo a su alrededor era un desastre, vidrios rotos esparcidos por el suelo y el licor cayendo a goteos por la mesa de madera. Su copa a medio tomar recostada en la alfombra, mientras que el mueble estaba boca abajo, las cortinas rasgadas y tiradas en el piso, al igual que el preciso retrato de su amado, todo por un ataque de ira que le había invadido.

Pues aún no podía hacer nada, estaba impotente de sus acciones, sólo podía quedarse sentado, embriagandose con el vino tinto que estaba en su repisa, un regalo costoso por parte del tercer Hokage y ahora estaba destrozado, sus fragmentos extendidos por toda su habitación, mientras que el estaba sentado en la esquina de su cuarto, como niño asustado, llorando con pesadumbre, aquellas lágrimas que se deslizaban por sus labios y probando su agrio sabor. Su mirada perdida en un punto intermedio, recordando aquella sonrisa perlada que tanto amaba, esos ojos bicolor que lo enamoraban y esa melodiosa risita que alegraba sus mañanas… Añoraba acostarse en su regazo y leer con él algún libro de fantasía, estaba tan necesitado de aquellos brazos para sumergirse en un abrazo eterno, mecio su cuerpo está vez de forma lenta, acunando su rostro entre sus brazos y soltando débiles sollozos rogando por su regreso.

Si tan sólo pudiese salir a buscarlo y matar a esos infelices…

Una suave voz lo sacó de sus absortos pensamientos, y pronto se vio rodeado por pequeñas manos, levantó su mirar y se encontró con aquellos ojos azules, llenos de inocencia y pureza. “¿Papi?, tranquilo, ¡No llores!, ¡Mami volverá pronto!”, sonrió con debilidad, tratando de no quebrarse aún más y devolvió el pequeño abrazo a su zorrito, acariciando con sutileza su mejilla.

—Tienes razón Naruto, ven, vamos a leer un cuento. - tomo con gentileza su manita y salió de la habitación, apagando la luz en el proceso.

¿Obikaka o Minaka? (probablemente lo haga Minaka, igual, vale preguntar)

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¿Obikaka o Minaka?
(probablemente lo haga Minaka, igual, vale preguntar).

¿Os gusto?

Eres nuestro y nosotros tuyos...(Akatsuki x Kakashi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora