«NO SOY TU PRISIONERO» [YAOI OMEGAVERSE]•|CORRIGIENDO|•

CAPÍTULO 20

La única cosa de la realeza aquí es que amamos comer...

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—¿Un Lee?—cuestionó extrañado Shorter. 

 —¡Imposible!—exclamó Sing mientras se acercaba al herido—La familia Lee está únicamente conformada por Alfas puros. 

 —¡Les juro que no les miento!, ¡Por favor no me haga nada señor Alfa!— pronunció algo temeroso ante el hecho de que el chico ya se encontraba a unos cuantos pasos de la cama donde él estaba posado. 

 —¿Alfa?— comentaron al unísono extrañados Ash y Shorter mientras que Sing se detuvo desconcertado. 

 —Yo soy el séptimo hijo de los Lee... 

 —¡Mientes de nuevo! Los Lee son solamente seis hermanos—reprochó Sing. 

—Lo sé, y es por el hecho de ser el único Omega de la familia que ellos no me reconocieron nunca como un hermano más. Se los prometo, no les estoy mintiendo, ¡Se los contaré todo! Solo no me hagan daño...—Suplicó.

Los expectantes analizaban extrañados el ligero temblor que recorría el cuerpo del herido junto a su mirada aterrada y sumisa. Era demasiado extraño no solo para Ash, ¿Quién le había hecho tanto daño como para dejarlo en ese estado de shock? 

 —Entonces habla—musitó Ash. 

 El Omega soltó un pesado suspiro, cubrió con su mano izquierda su frente adoptando una pose cansada haciendo aún más presión sobre la almohada con sus piernas. Entonces empezó a hablar: 

 —Yo soy el último hijo del jefe de los chinos conocido como: "El gran Lee". Tengo unión de sangre con mis seis hermanos, pero no por apellido; ya que yo soy el único originario de otro vientre. Eso sumando el hecho de que por venir de otra madre rompí el esquema de "Alfas puros" de la familia. 

Nací como un "Omega puro" de una buena clase, pero ante los ojos de mis hermanos solo fui el "Hijo bastardo". Cuando mi padre falleció mis hermanos aprovecharon la oportunidad para separarme de mi madre y convertirme en no más que su "Sirviente" y cuando se cansaron de mí ellos decidieron venderme. 

 —¿A quién?—cuestionó Shorter en un tono preocupado. 

 —A Dino Golzine. Tragó saliva. Al igual que los tres hombres que lo acompañaban en el cuarto. 

 —¡¿Vienes de donde Dino?!— exclamó exaltado Ash. Generando en el interrogado un respingo.

—¡Y-yo ni siquiera lo conozco!—Subió un poco el tono de su voz.

—¡Pero si acabas de decirlo!— De nuevo Ash insistió—¡Lo acaba de confesar, ven Shorter, Sing!, ¡Se los dije, bajamos la guardia, fuimos tan ingenuos!— Voltea con una sonrisa llena de angustia a ver los rostros de sus acompañantes. Ambos miran acomplejados tanto al Omega como al Zeta.